Con ayuno y oración de seis horas, las 27 comunidades tzotziles que forman parte de la Organización Sociedad Civil “Las Abejas de Acteal” pidieron este martes por el cese de la violencia en las comunidades indígenas y reinstalaron el campamento de la paz en la comunidad de Nuevo Yibeljoj, municipio de Chenalhó, Chiapas.
En entrevista para MILENIO, José Alfredo Jiménez, vocero de la organización, aseguró que la violencia se ha agudizado en la región de los Altos. Hasta ahora, suman tres las comunidades que quedaron completamente vacías por los constantes ataques y amenazas de hombres armados.
Por ello, exigieron atención de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
“Mujeres y hombres quienes sí queremos la paz, quienes sí queremos la justicia y vivir, caminar libres y sin miedo en nuestras comunidades, nos hemos organizado para juntar nuestros corazones y palabras, para exigir a los gobiernos que tomen enserio las demandas del pueblo mexicano que desde cualquier rincón del país reclaman. ¡No más guerra, no más muertes!”, enfatizó.
En el contexto de la violencia que se intensificó durante los últimos meses en el estado sureño del país, el líder tzotzil también precisó que tomaron la decisión de reinstalar el Campamento Civil para mantener viva la memoria y la esperanza, además de construir la paz con métodos no violentos y, sobre todo, estar preparados para recibir a los desplazados que huyen de los grupos criminales.
“No dejemos solas y solos a nuestras hermanas y hermanos que hoy sufren, lloran y que están atravesando un momento oscuro, así como Las Abejas tuvimos que vivir y superar los ataques y agresiones de los paramilitares en el año de 1997. Saldremos adelante uniendo nuestros corazones y palabras para clamar la paz verdadera y duradera”, enfatizó.
La jornada por la paz inició a las 6:00 y culminó a las 14:00 horas. Durante este lapso, las familias realizaron oraciones en un altar instalado sobre la tierra, cubierto con una pared de nylon, adornado con hojas de pino y velas blancas, mientras que en lo alto ondeaba una bandera blanca.
El representante de "Las Abejas" afirmó que hasta ahora son tres las comunidades asediadas por los grupos criminales, donde sus habitantes han tenido que huir con apenas algunas pertenencias, por lo que se han convertido en pueblos fantasmas.
Las localidades afectadas son San Clemente y La Esperanza, municipio de Chenalhó, y recientemente San José El Carmen, que corresponde a Pantelhó.
“Esconderse refugiarse, puede ser algunos que se vayan a desplazarse dentro de Chenalhó, otros se van a San Cristóbal o a otras partes de Chiapas, entonces se pierde de alguna manera este lazo, nudo familiar también (…) Pero yo como comunidad Abeja yo deseo que no se pierda la esperanza, pero no podemos solo nosotros, no solo tiene que ver con Las Abejas, sino que tiene que haber muchísima gente para levantar la voz para marcar un ya y el gobierno tiene que cumplir”, puntualizó.
El campamento por la paz
La Organización recordó que el campamento fue construido el 17 de octubre del 2000 y fue utilizado por la comunidad de Las Abejas, quienes se encontraban en situación de desplazamiento forzado. Funcionó hasta el 2008 y después fue resguardado.
Mientras tanto, los activistas y defensores de derechos humanos reportaron que la violencia en los municipios de Pantelhó y Chenalhó inició el 10 de julio, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en la comunidad de Tzanembolom, provocando que alrededor de 110 personas se quedaran atrapadas por más de una semana en una escuela primaria de la localidad en medio del fuego cruzado. Quince días después fueron rescatados.
Sin embargo, una semana después de los hechos violentos, alrededor de 800 pobladores indígenas de las comunidades La Esperanza y San Clemente también fueron obligados a dejar sus viviendas tras un enfrentamiento entre dos grupos criminales, el cual duró más de 12:00 horas y dejó a decenas de familias en medio de las balas y el terror. En la primera oportunidad, huyeron hacia otras comunidades aledañas para ponerse a salvo.
El domingo 4 de agosto, alrededor de 210 personas de la comunidad de San José El Carmen también fueron desplazadas por el ataque de los delincuentes.
Hasta ahora, se mantienen refugiadas en una vivienda abandonada, la cual era propiedad de uno de los pobladores de Pantelhó que fue ejecutado el año pasado.
MO