A tres días de concluir su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en compañía de su sucesora, Claudia Sheinabum, inauguró la zona de riego de la presa Santa María en la comunidad El Rosario, en Sinaloa, luego de que la entidad ha sido golpeada por la violencia.
Este viernes se cumplen 18 días desde el inicio de la narcoguerra entre facciones rivales del cártel de Sinaloa. Los enfrentamientos se han concentrado en las carreteras del sur del estado, zona que fue visitada por los mandatarios.
Durante la madrugada se registraron intensos enfrentamientos, disparos y daños a vehículos particulares, autobuses y patrullas, provocados por la colocación de artefactos ponchallantas, de acuerdo con el informe más reciente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
El Presidente dijo confiar en que con el despliegue de mil militares “pronto las cosas vuelvan a la calma”.
La violencia se atribuye a una pelea interna del cártel de Sinaloa, entre los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y los allegados a Ismael El Mayo Zambada.
Previamente,ambos visitaron Sonora para que López Obrador entregara el Acueducto y distrito de riego al pueblo yaqui, como parte del Plan de Justicia que inició durante su administración y el cual seguirá Claudia Sheinbaum durante su próximo gobierno.
“Me da mucho gusto estar de nuevo aquí en los pueblos yaquis, que son lo más íntimo de nuestro país, antes de otras civilizaciones... es muy importante este acto porque estamos concluyendo una etapa y se va a iniciar otra. Va a continuar la transformación con el mismo ideal”, destacó.
Adiós al atril
En su última mañanera con la dinámica de las preguntas de los reporteros y en un tono nostálgico, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el aval de los congresos estatales a su iniciativa de adscribir la Guardia Nacional a la Sedena y no se fue sin criticar la propuesta del presidente nacional del PAN, Marko Cortés, para considerar narcoterrorismo al crimen organizado y que pueda haber cooperación internacional para su combate, lo cual consideró “una violación flagrante a la soberanía”.
No dejó recomendaciones, pero sí aclaró su convicción sobre los temas que sobrevivirán al sexenio y se dio tiempo para descalificar que trabajadores del Poder Judicial de la Federación “se están amparando para todo”, ante la reforma a ese poder y reiteró que no hay fundamento para los amparos que se interpusieron en diversas instancias contra la reforma judicial.
El Presidente dijo que el lunes en lugar de la tradicional rueda de prensa, “será fiestón con bailongo”, luego de un desayuno que abrirá el apetito por la rifa de su reloj entre los representantes de los medios de comunicación, posteriormente medios fotografiarán su retrato en el corredor de Palacio Nacional, el cual quedará en el recinto.