Luego de que pobladores intentaran colgar del cuello y obligaron a la destitución del presidente municipal de Sola de Vega, Josué Calvo Núñez, tras señalarlo de corrupción, el Congreso de Oaxaca aprobó la desaparición de poderes en la localidad.
El pasado 31 de enero, la asamblea comunitaria del municipio presionó al cabildo para que Calvo Núñez fuera destituido, lo que finalmente fue aprobado días después y en su lugar fue elegido Antonio Gregorio Cruz Ríos.
Al dejar su puesto, Calvo Núñez fue investigado por la Fiscalía Anticorrupción, que con base las las quejas y denuncias, integró una carpeta de investigación contra el implicado por los delitos de fraude y enriquecimiento inexplicable.
Martin Mijangos, representante del Comité Ciudadano de Sola de Vega, denunció que el munícipe, lejos de realizar obras de mejora en el pueblo, había gastado el destino de los fondos públicos para adquirir un rancho, caballos pura sangre y varias camionetas de lujos.
Refiere además que ha beneficiado a una familia de caciques en la localidad, ha olvidado sus funciones al frente del ayuntamiento y ha permitido que células del crimen organizado operen en la localidad, el narcomenudeo.
Cuestionaron que no haya en el municipio camiones recolectores de basura, ni mucho menos un centro de confinamiento y contenedor de desechos.
Derivado de estos acontecimientos, el ayuntamiento fue declarado en vacío de autoridad, luego de que los 6 regidores (propietarios y suplentes) y el alcalde sustituto renunciaron a sus puestos, por lo que la Comisión de Gobernación de la legislatura resolvió en un dictamen que presentó ante el pleno del Congreso local, mismo que fue aprobado por mayoría determinar la desaparición de los poderes constitucionales en el ayuntamiento.
Asimismo, la legislatura local fijó un término legal de 15 días naturales, a partir de la aprobación del decreto, para que se pueda designar un Concejo Municipal que concluya el periodo de gobierno 2019-2021.
RLO