Coordinado por Semar, avanza administración en Puerto de Manzanillo

El puerto de Manzanillo es puerta para el comercio en América Latina, que hoy es ya administrado por la Secretaría de Marina, pero coordinado por marinos sin uniforme.

Puerto de Manzanillo. (Juan Carlos Bautista)
Ciudad de México /

Los cubos rectangulares de acero se desplazan por mar, arriban desde los países Asiáticos para salir hacia Centro, Norte y Sud América, haciendo del puerto de Manzanillo una puerta para el comercio en América Latina, que hoy -derivado de una instrucción Presidencial- es ya administrado por la Secretaría de Marina, pero coordinado por marinos sin uniforme.

A prácticamente un año de haber asumido la operación de la Administración Portuaria Integral (API) de Manzanillo y a un mes de haberse oficializado con las modificaciones a la Ley de la Administración Pública Federal, la de Navegación y Comercio Marítimos y la de Puertos, el llamado ‘Hub de la Cuenca del Pacífico’ se ha vuelto un ejemplo de cómo personal naval ha tenido que enfrentar su nueva tarea, y que se replica en otras 13 administraciones portuarias más.

Manzanillo se convirtió en el principal puerto para el comercio exterior, el quinto en América Latina, tan solo el año pasado se realizaron más de 3 millones de movimientos de contenedores, de los cuales, el 65 por ciento llegaron de países asiáticos contra un 25 por ciento de exportaciones; 27.6 por ciento fueron envíos a países de Centro y Sud América y 25 por ciento a Estados Unidos y Canadá. De ahí su importancia, en que la operación portuaria se agilice y que se vuelva un ejemplo para el resto.

El almirante Salvador Gómez Meillón regresó a la Marina después de haberse retirado, hoy se encarga de la transición en Manzanillo, que comenzó desde agosto del año pasado cuando tomó la dirección del API, lo que ha representado un reto que “se enfrenta con capacidad”, pues, asegura, todos los marinos cuentan con una formación civil, que les facultan para la tarea encomendada.

“No nada más somos un uniforme porque todos los marinos tenemos una formación civil, tenemos estudios en administración, en ingeniería y en otras ramas que nos facultan para esta tarea que nos han encomendado”, asegura en entrevista con MILENIO.

Dentro del programa de actividades que ha implementado la Semar, destaca la implementación de lo que llama un “piso parejo” para las empresas operadoras del puerto, así como la reestructuración de los convenios lo que se traduciría en beneficio de la infraestructura portuaria.

Además, se ha ido tomando control de la logística interior para reducir los “cuellos de botella”, dando como resultado una mayor eficiencia y productividad en las operaciones, así como el uso de los recursos para la mejora de la infraestructura portuaria.

“Las funciones del puerto no cambian, los puertos ya están estructurados, tienen unas capacidades y forman parte de un movimiento comercial internacional, el puerto de Manzanillo es un puerto estratégico y nosotros –explica- somos los administradores de este movimiento”.

Aunque indudablemente, la presencia de 2 mil 203 elementos de la Defensa Nacional y la Marina repartidos en las 65 instalaciones portuarias y aduaneras en el país, también han ayudado a inhibir las actividades delictivas.

“Que siga el crecimiento comercial del puerto atendiendo las medidas de seguridad y son muchos los factores que hemos tomado en cuenta, el contrabando y el movimiento de drogas se ha visto afectado por la presencia de nosotros en la disuasión que hacemos y en apoyar las medidas de la Fiscalía General de la República (FGR), como de la región naval y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para hacer más seguro y eficiente el puerto”.

Humberto Uribe, también perteneció a la Armada, y después de haber trabajado en la Iniciativa privada, hoy funge como gerente de comercialización del puerto. Sugiere que a los marinos responsables sean llamados “portuarios”, pues el 90 por ciento de los empleados son civiles, y es el encargado de explicar el porqué en las costas de Manzanillo se mantienen varados una docena de barcos.

No obstante, afirma que sí se han reducido los tiempos de estadía de los contenedores, ya que si bien hace unos meses tenían un promedio de seis días, se habría logrado reducir a cuatro, con lo que se ha incrementado entre un 45 o 50 por ciento la capacidad dinámica del puerto.

“El reto que enfrenta la Marina está en coordinar las necesidades de cada una de las terminales y muelles con las vialidades externas; es decir, si la carga no llega o no puede salir del puerto, o se bloquea… Entonces tenemos que coordinar con todos los actores que trabajan en el puerto”.

ledz

  • Amílcar Salazar Méndez

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