El Obispo de Saltillo, José Raúl Vera López celebró este domingo una misa presencial en la Catedral de Santiago, donde pidió orar por quienes han fallecido de covid-19 y no han podido recibir asistencia espiritual.
Al reintegrarse a sus actividades luego de que él mismo diera positivo al virus, de acuerdo a información oficial de la Diócesis de Saltillo emitida el pasado 15 de octubre, Fray Raúl Vera agradeció a todos quienes oraron por él durante su convalecencia por la enfermedad y pidió continuar trabajando para la construcción del Reino de Dios en la tierra.
“Junto con las demás personas que poco a poco van venciendo esta pandemia le doy gracias a Dios y a ustedes también, a quienes están aquí presentes y a quienes por las redes sociales nos están siguiendo; por todas las oraciones, por todos los buenos deseos y por los saludos que quienes pudieron directamente hacerme llegar y expresar, y por quienes los tenían y los presentaban ante Dios y estuvieron al pendiente de este servidor; y estamos al pendiente de todos y todas quienes están pasando por esta situación”, expuso.
Vera López puso primero en sus intenciones a estas personas al añadir que su misa fue por el pueblo, y en ese pueblo están primero quienes ahora están luchando por su vida, y por sus familiares, especialmente de quienes han perecido.
“No debemos perder la esperanza, debemos prepararnos para construir una nueva etapa de la historia, llenos de confianza en Dios que nunca nos abandona; tenemos que salir de esta crisis que no solamente es una crisis sanitaria sino también económica porque muchos han tenido que abandonar sus trabajos porque así se los pidieron, y el 56 por ciento de nuestros trabajadores en México están en el trabajo informal, los que tienen un changarrito o deambulan buscando un salario”.
Dijo que estas personas se han visto muy afectadas y están también las que sufrieron desocupaciones en las empresas, lo que ha llevado a una crisis económica al país, pero también se ha vivido continuamente en una crisis en el orden político “ya que la pandemia nos tomó desprevenidos y en un afán terrible por disminuir el gasto social y la atención al pueblo, ya que el Fondo monetario internacional y el Fondo Mundial a quienes debemos como país, así lo solicitan”.
Indicó que se deben encontrar diversas maneras de gobernanza una vez que el mundo salga de la pandemia, “esto tiene que cambiar y nosotros tenemos que aprender a vivir más en comunidad, más responsables de nuestros semejantes y de toda la vida social”.
El Obispo pidió a Dios por todos los que están padeciendo la enfermedad, los que están en los hospitales y el personal del servicio de la salud que ponen riesgo su vida; por las personas que siguen atendiendo los almacenes, los transportes públicos y en general a todos los trabajadores.
También oró por todos los difuntos de la Diócesis que no se han podido atender durante todo este tiempo con los servicios fúnebres debido a la pandemia “y a los limites que tenemos como Iglesia para atenderles, para que el Señor les de su eterno descanso todos nuestros hermanos y hermanas de nuestras parroquias y rectorías”.
Finalmente, pidió por las personas que no tienen la fe católica y que han fallecido por el covid-19, “que tienen derecho y nosotros obligación de orar por ellos, para que el Señor les dé el eterno descanso y les invite a gozar de una vida sin fin junto a él”.
EGO