La pandemia transformó a Paula y a Felipe. Pasaron de ser dos jóvenes de 14 y 19 años aburridos en casa, a los inventores de un equipo de protección para médicos y enfermeros que puede lavarse y reutilizarse hasta 50 veces.
Una de sus tías, que es doctora, les asignó la tarea de ayudarla a recaudar fondos para comprar equipo de protección para el cuerpo médico que atiende a pacientes con covid-19. Pero lograron algo mucho mejor, encontraron una tela especializada que aunque se fabrica en México, nunca antes se había utilizado en el país, pues la totalidad de su producción se exportaba a laboratorios de Estados Unidos y Europa.
“Nos contactamos con un proveedor de tela llamado Carolina Performance Fabrics que nos ayudó muchísimo, su tela es súper eficiente, impermeable, estéril, efectiva contra la penetración de partículas nivel 3 a 4 y lo más importante para nosotros es que es lavable y reutilizable hasta 50 veces lo cual es maravilloso.
“Descubrimos que antes de la pandemia se usaba esta tela para laboratorios de investigación médica, para hacer cuartos limpios, nunca se había utilizado para hacer equipos de protección sino para sellar estos cuartos en los que un científico que está experimentando con un virus, el virus se pueda contener en este espacio cerrado, no pueda salir y sea mucho más fácil de limpiar. Así que creímos que era ideal para proteger a los médicos”, contó Paula a MILENIO.
Felipe explicó que realizaron una primera muestra y la llevaron a varios hospitales para que los médicos que atienden a pacientes con coronavirus pudieran darles una retroalimentación para que fuera realmente un producto eficiente y cumpliera con los requerimientos técnicos.
Les pidieron ajustar el modelo de tal manera que la parte impermeable quedara por fuera y la tela que permite transpirar por dentro, ajustaron las escafandras y movieron los listones de la bata que hacen más fácil y segura su colocación.
Con el producto avalado, buscaron a PESA Uniformes, una empresa hidalguense que hizo posible concretar el proyecto.
En medio de una fábrica repleta de máquinas cubiertas y metros de tela de uniformes escolares, Mónica Pérez Sagaón, gerenta de operaciones de la compañía se dijo orgullosa de formar parte de esta labor.
“Nos dijeron ‘si nosotros conseguimos quién nos fabrique las muestras, quedan bien y nos las autoriza cardiología, el proveedor de la tela nos va a donar 200 metros’, entonces nosotros nos subimos al barco y dijimos ‘si te donan los 200 metros, nosotros te donamos la mano de obra para esos 200”.
A pesar de que tenía dos meses con las puertas cerradas, seleccionó a ocho personas que trabajan una vez por semana para avanzar en los pedidos. Fabiola y Andrés son dos de ellos, se llevan entre 20 y 30 minutos en concluir cada prenda. Y se sienten orgullosos de confeccionar equipo que ayuda a salvar vidas.
“Al final agregamos una etiqueta con las indicaciones de lavado a mano y a máquina y tiene una leyenda que dice ‘ProTG a un héroe’. Se siente bonito, se siente muy bonito ayudar porque cuando nos llamaron sí fue lo primero que nos dijeron que veníamos a hacer insumos para hospital. Es como un grano de arena para ayudar a que no se infecten más personas”.
El costo de la tela es de 5.06 dólares por metro. Sumando la mano de obra y gastos, el precio de cada conjunto es de 310 pesos. A la fecha han donado 252 equipos a los hospitales Nacional de Cardiología, Federico Gómez, Hospital Nacional de Perinatología, al IMSS Zona 30 y Zona 48, al Hospital General de México, al Hospital comnitario Insabi en Tulum y al Civil de Tuxpan, Veracruz.
“Incluso los doctores a veces nos mandan audios y dicen ‘sabes qué, esta parte de la escafandra no me gustó, modifícale aquí, es un poco complicado ponérmelo o está más fácil de esta manera”.
El equipo ha resultado tan oportuno y eficiente en medio de la contingencia, que ahora les han pedido innovar en otro tipo de equipo para mujeres embarazadas con covid, y evitar que sus bebés se contagien al salir del vientre.
“Le tienen que hacer una cesárea y para estar operando en una señora con covid tiene muchísimos riesgos y por eso se necesita un equipo de protección mucho más elevado, entonces nos pidieron pijama quirúrgicas, como esos trajes de astronauta y estamos viendo cómo lo vamos a hacer”.
El proyecto que lleva por nombre ProTG busca recaudar donativos para poder seguir comprando tela y continuar con estos donativos que ayudarán en la escasez de equipo de protección para quienes están en la primera línea de batalla.
RLO