La disputa por el agua entre pobladores del municipio de Santiago Astata, Oaxaca, durante la contingencia por el nuevo coronavirus, generó un enfrentamiento entre los habitantes y autoridades locales, lo que dejó al menos cinco personas heridas.
Los quejosos acusaban a la autoridad municipal de racionalizar y de distribuir el agua con tintes políticos, necesarios para cumplir con las labores de limpieza en los hogares y espacios públicos ante la contingencia sanitaria, por lo que al no encontrar respuesta a sus exigencias, decidieron tomar el control del sistema de agua potable.
La incursión de los lugareños al sistema de bombas de agua generó una trifulca, donde la policía y seguidores del alcalde enfrentaron a los inconformes, desatándose un enfrentamiento a pedradas, aunque uno de los implicados accionó un arma de fuego.
El presidente municipal, Dorian Giovani Ricardez, denunció que integrantes del Comité de Agua Potable, encabezados por Maricela Fermín Piñón, buscaban cortar el servicio público a otros ciudadanos, a lo cual se opuso un grupo de seguidores del edil.
De acuerdo con las autoridades, los inconformes se niegan a pagar por el servicio de agua potable desde hace varios meses.
“Nosotros estamos en la mayor disposición del diálogo, pero esa gente no para con las agresiones. Entraron hasta la casa del suplente para golpear a su hija y esto no se puede permitir; nosotros queremos la paz y la conciliación”, señaló el alcalde.
Afirmo que para calmar los ánimos arribaron elementos de la Policía Municipal y de la Policía Estatal, que solo acudieron a disuadir a los manifestantes.
Según reporte de la Comandancia Regional de la Policía Estatal, cinco personas resultaron heridas y fueron atendidas en sus domicilios
Además, personal de la Fiscalía General del Estado acudió a la zona junto con fiscales regionales para recabar la carpeta de investigación respecto a las agresiones a fin de que se actué contra los responsables y se restablezca el estado de derecho.
RLO