El coronavirus no piensa si eres rico o pobre, joven o viejo: paciente recuperada

Fátima y Santos pidieron a la población creer en la enfermedad y pidieron acatar las medidas sanitarias, ya que el riesgo no ha disminuído.

Sólo algunos síntomas se presentaron en el caso de Fátima. (Juan Carlos Lozano)
Santos tuvo que ser internado en terapia intensiva. (Juan Carlos Lozano)
Juan Carlos Lozano
Durango, Durango. /

La Unidad operativa de Hospitalización covid-19, del 62 batallón de Infantería ubicada en el campo militar 5 de mayo ha ofrecido sus servicios como hospital INSABI en Durango para la atención de pacientes contagiados por coronavirus al ofrecer el servicio médico a la población civil y militar del estado.

Martha Leticia López, asesor técnico de la unidad explicó la forma en la que se trabajó, modificando áreas que tenían otro propósito y no así el de atender a enfermos.

“El personal de salud tenemos una clara percepción de que esta es una enfermedad mortal, la cual alguna parte la población no cree, mucha gente habla de su experiencia personal como algo terrible”.

Recordó que los pacientes se dividieron entre hombres y mujeres. Agregó que el cien por ciento de los pacientes hospitalizados se han recuperado de esta enfermedad.

“A quienes atendimos, a nuestros pacientes se recuperan satisfactoriamente, aquí tenemos algunos testimonios, hay un cien por ciento de recuperación en esta unidad; nosotros tuvimos ahorita oportunidad de atender a nuestros derechohabientes y militares pero la unidad está abierta para la población en general”, puntualizó.

Fátima y Santos de 30 y 45 años respectivamente, hablaron de su experiencia enfrentando esta enfermedad. Pudo haber sido en el transporte público, en la calle, haciendo compras en el supermercado, quizá en el trabajo, pero la realidad es que tuvieron que ser internados.

Algunos síntomas se presentaron en el caso de Fátima, pero Santos no corrió con la misma suerte, pues él tuvo que ser internado en terapia intensiva.

“Había incertidumbre de qué ocurriría, a unos les reaccionaba satisfactoriamente el medicamento otros no. No se sabe, las redes sociales nos asustan, ya aislada claro que se siente depresión, como que se siente uno extraño. Esta enfermedad no piensa que sí eres rico o pobre, joven o viejo, y pues la verdad hay que seguir tomando las medidas de seguridad”, explicó Fátima, quien es enfermera de profesión y aseguró que sin ningún problema regresaría a sus labores ordinarias.

Santos, también vivió esta terrible experiencia, él perdió peso, se limitó su capacidad pulmonar y explicó su historia desde la llegada al hospital.

“La noticia fue algo desagradable, porque el día que me traslado al hospital que me hospitalizan el médico me dice: “Sabes que Santos vas a ser trasladado al 450, estarás ahí”; pero porque me dijo que la situación era grave. Yo la verdad ya no puedo estar hablando, me falta oxigenación”.

Santos contó paso a paso su viacrucis por el hospital tratando de sanar de su enfermedad.

“Me llevan a terapia intensiva, yo dije que voy muy mal; yo ya para escuchar terapia intensiva digo pues no cualquiera, dije a lo mejor me van a hacer “¡Esto, lo otro!” que me intubarían, fue terrible. Mi familia también se preocupó, porque le dice la trabajadora social “su esposo está en terapia intensiva y no podemos darle más datos”, pues gracias a Dios aquí estoy”, finalizó.

La respuesta acerca del temor de perder la vida, fue contundente.

“A la fecha muchos murieron, claro que te asusta, da temor ver al resto de los pacientes que se van deteriorando, la verdad gracias a Dios aquí seguimos”, fue lo que compartió Fátima.

“Les digo la verdad, eso (coronavirus) no es como ustedes lo piensan, si se lo digo por experiencia porque yo lo viví y de que dijera pues yo me contagié donde menos lo esperaba, ¡Dios Tal vez fue mi trabajo! digo no estoy seguro en dónde pero de que lo pasé Ya lo pasé y usted me vieron cómo estaba pero bajé mucho de peso, dijo Santos.

Hablaron a la población incrédula, a aquellos que están siendo irresponsable, quienes piensan que no pasa nada. Asegurando que sí pasa y que aún estamos en riesgo.

EGO

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