"Dicen que nos van a quitar, pero no cómo nos van a apoyar", ambulantes

Una de las vendedoras de gorditas al carbón frente al ISSSTE de Lerdo dijo que de ser retirada, no tendría dinero para su familia conformada por cinco personas.

Edith se quedó con el negocio familiar que inició su mamá desde hace 28 años. (Rolando Riestra)
Isis Rábago
Lerdo, Durango. /

Vendedores ambulantes de alimentos preparados están temerosos ante los rumores que han escuchado en el sentido que en los próximos días serán retirados de la calle ante la contingencia por el coronavirus.

Como lo mencionó el señor Manuel García quien vende tacos de barbacoa a las afueras de la Clínica de Medicina Familiar, del ISSSTE de Lerdo, desde hace ocho años.

“Nosotros vivimos de esto y yo pienso que el gobierno nos debe de dar un apoyo económico, porque eso de la despensa no a todo mundo nos llega y los comerciantes dependemos de nuestras ventas, ahorita nuestras ventas no llegan ni al 50 por ciento”, enfatizó.

En promedio por día sacaba entre 250 pesos diarios, sin embargo con la contingencia la ganancia cayó a 100 pesos.

Aunque tuvieron la visita del personal del departamento de Plazas y Mercados quienes le pidieron que se retirara, porque no podían seguir vendiendo ya que son un riesgo, hicieron caso omiso porque no tienen otra forma de obtener recursos.

“Le dije, que como funcionario tiene su sueldo, nosotros lo único que pedimos es trabajar”, expresó.

Sus días de venta son de lunes a viernes y anteriormente vendía alrededor de tres kilos de carne preparada en tacos, pero estos días, ni a un kilo ha llegado

De igual forma, Edith, quien se quedó con el negocio familiar que inició su mamá desde hace 28 años, con la venta de gorditas al carbón, y desde que se creo el ISSSTE de Lerdo, está en ese punto, dijo que las ventas bajaron a un 50 por ciento o más.

Anteriormente en un día normal sacaba mil 200 pesos, y ante la contingencia por el Covid-19, está obteniendo en promedio 500 pesos por día.

De retirarla, no tendría dinero para su familia conformada por cinco personas, entre ellas dos menores, ya que este representa su principal fuente de ingreso.

“Dicen que si estamos trabajando aquí nos van a multar, pero si no tenemos para comer cómo vamos a pagar una multa”, enfatizó.

Edith, la petición que hace a las autoridades, es que si los van a quitar, que los apoyen al menos para el alimento diario.

Los rostros de preocupación ante la posibilidad que tendrán que dejar su actividad, son permanentes, y lo demuestran al dar a conocer sus historias.

Debido a la situación que enfrentan, esperan que en caso de tener que moverse de su lugar de venta, las autoridades puedan intervenir y otorgarles un apoyo real ante la contingencia por la pandemia que se vive en el país.

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