En sus redes sociales, Miguel Ángel pedía que cuando saliera de la cuarentena sus amigos pasaran a casa por él y lo llevaran a tomar un pulque. Sin embargo, el sábado 11 de abril se sumó a las estadísticas de defunciones por covid-19.
Su caso no es como cualquier otro. Miguel Ángel era enfermero del Hospital Regional 1 de Octubre del ISSSTE y se contagió por atender a decenas de personas con covid-19 todos los días. Lo hacía sin la protección que debería porque ni él ni sus compañeros cuentan con el material necesario. Él se compró lo que pudo, pero no fue suficiente.
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Algunos de sus familiares, incluida su mamá, trabajan como enfermeros y camilleros, así que sus compañeros accedieron a hablar con MILENIO de manera anónima para no poner en riesgo sus empleos.
"Él se encontraba laborando inclusive cuando se empezó a sentir mal y estaba atendiendo justamente a pacientes con coronavirus y refería que empezaba con malestares, con lo que llamamos odinofagia, que es dolor al hablar, dolor de garganta y después de eso empezó con fiebre, con tos, unos siete días previos a que todo ocurriera".
Primero fue clasificado con sintomatología leve, así que bastaba con aislarse en casa con todos los ciudadanos necesarios. De acuerdo con sus familiares, Miguel Ángel estuvo bien cuatro días hasta que su estado de salud se complicó y terminó hospitalizado con los pacientes moderado-severo. Un día después, pasó a terapia intensiva; lo intubaron, pero en pocas horas empeoró.
Nada de lo que sus compañeros hicieron por salvarle la vida funcionó.
"Durante su hospitalización presentó mayor deterioro, mayor falta de oxígeno, no podía respirar, lo pasamos a terapia intensiva inclusive y ahí fue donde lo intuban. Muy lamentable la pérdida porque ya una vez en terapia intensiva desafortunadamente ya no se pudo hacer mucho; se le dio el manejo que se tenía que dar; sin embargo, no respondió a las medidas".
Nunca perdió el ánimo, su característica alegría. Mientras estuvo en cuarentena en casa, Miguel Ángel no dejó sus redes sociales y hasta defendió que algunos trabajadores de la salud hagan chistes sobre el coronavirus o aparezcan haciendo coreografías en TikTok. Aun siendo portador de un virus mortal mantenía la esperanza de salir de ésta.
"A veces nos va bien chingón, a veces nos va de la chingada, pero siempre hay que sonreírle a la vida", posteó en Facebook.
Pero no sabía lo que vendría horas después... ni sus compañeros lo esperaban.
"El deterioro fue muy súbito, el día que lo bajamos a terapia, él todavía estaba despierto, él todavía interactuaba con la gente, si le preguntabas te contestaba, realmente el deterioro, me atrevo a decir que fue de un par de días, horas", contó una de sus compañeras.
Ante la falta de personal en este hospital como en todos los del país, cada enfermero atiende entre ocho y 10 pacientes en el área de urgencias, pero tiene contacto con al menos 100 todos los días, pues no existe un protocolo que divida a aquellos que son sospechosos de los positivos o de los que están ahí por otras razones.
De acuerdo con lo que denunciaron durante una manifestación en la que exigieron insumos para mantenerse a salvo, en promedio dos enfermeros atienden hasta a 30 pacientes.
Advierten que no quieren descansar o un aumento de sueldo; no piden privilegios, sólo lo básico para trabajar y no terminar como Miguel Ángel, siendo parte de las estadísticas de defunciones por cumplir con su labor de ayudar, atender y sanar.