Los socio conductores de Uber en La Laguna se dicen desamparados ante la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad covid-19, pues los operativos en su contra no cesan y sus ganancias han disminuido a más de la mitad.
“Tenemos cero apoyo por parte del gobierno y nos siguen viendo como los negritos en el arroz, los ilegales y ellos no pueden donarnos algo por eso”, declaró René Chávez Cabrera, conductor de la aplicación y quien representa a un grupo de ellos.
Refirió que el único apoyo que reciben es el de la empresa, sin embargo está basado en las propinas que dan los usuarios.
“Nosotros higienizamos los carros y la empresa lo único que está haciendo es que todas las donaciones que hacen los usuarios nos la dan al doble. Vamos a suponer que hay un viaje de 60 pesos y dejas una propina de 5 pesos, Uber deposita 10”.
Indicó que los operativos en contra de ellos continúan pese a la contingencia sanitaria, pero en este momento no pueden manifestarse por respeto a los lineamientos de higiene nacional.
“Realmente estamos desamparados, la consigna sigue por parte del Ayuntamiento y el Gobierno del Estado porque sigue la cacería de brujas. Ahora que pase la pandemia nos vamos a constituir en alguna unión legal de conductores de plataformas digitales”.
Detalló que las ganancias para los conductores de la aplicación disminuyeron de forma considerable en las últimas semanas.
“Ha mermado hasta en un 70 por ciento y para estimar una buena ganancia nosotros debemos tener un promedio de tres viajes por hora. Ahorita te da uno por hora o dos, pero muy baratos porque son recorridos cortos”.
Mencionó que tiene conocimiento de que en Torreón operan alrededor de 2 mil 500 conductores que tienen esa aplicación.
Cabe recordar que la plataforma Uber comenzó a operar desde agosto del 2016 y desde entonces ha estado envuelta por la polémica, pues los concesionarios de taxi rechazan su presencia con el argumento de que son ilegales.
En ese sentido, a lo largo de casi cuatro años han ocurrido manifestaciones de ambos bandos para exigir acciones a la autoridad municipal: por un lado sacarlos de funcionamiento y por el otro para solicitar su permanencia.