La familia de una mujer de 59 años, que en Mérida, Yucatán, fue rociada con café hirviendo en la espalda por ser enfermera, acusó que en el estado el personal del sector salud sufre ataques porque algunas personas creen que podrían contagiarlos de coronavirus covid-19 al trabajar en hospitales.
De acuerdo con Lola Tun, hija de la enfermara a quien un hombre le arrojó la bebida y le gritó que estaba infectada de este virus, comenta que las personas que trabajan como enfermeros o médicos, son rechazados e incluso no los dejan subir al transporte público.
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“No sólo fue a ella, ya han habido varias agresiones a nivel estatal en donde están agrediendo al sector salud por el simpe hecho de tenerles fobia o miedo, más que nada por ignorancia (…) de Yucatán se habla que somos gente muy tranquila, pacífica y muy solidaria. Mi mamá dijo que está trabajando para el pueblo; ella no lo toma personal porque dijo que no fue contra su persona sino por el hecho de ser enfermera.
“Si se suben al camión no se sientan junto a ellos, los ven con cara fea o no los dejan subir al camión. El sábado pasado hubo un enfermero al que le arrojaron huevos. Cuando gente del sector salud que no tiene coche se sube a la combi, aunque pueda haber mil lugares, si hay un enfermero(a), la gente no se sube como si tuviesen la peste”, comentó a MILENIO.
La hija de la enfermera cuenta que su mamá fue agredida verbalmente por otra persona quien al verla le gritó que estaba infectada (de covid-19) y que contagiaría a todos.
La atacaron al salir del trabajo
La agresión ocurrió el miércoles cerca de las 08:00 horas cuando la mujer, quien trabaja para dos instituciones médicas, decidió comprar algo de tomar y se estacionó afuera de una tienda sobe la carretera que conecta de Umán a Mérida, pero al disponerse a cerrar su automóvil fue atacada.
“Ella estaba saliendo de su trabajo y al parar en un establecimiento de consumibles, porque quería comprar algo para beber, estaba tratando de ponerle seguro a su coche, pero como éste es touch le estaba costando trabajo poner el dedo y en ese momento cuando estaba de espaldas sintió el líquido caliente.
"Trató de alzarse la ropa y bajarse el pantalón para no seguir sintiendo lo caliente; volteó a ver quién le había arrojado el café, pero ya no había nadie, lo único de lo que se logró percatar era que había un carro negro y escuchó una voz de un hombre que le gritó infectada (de covid-19).
“Ella sintió vergüenza que estaba mojada toda su ropa y se subió a su coche (…) me llamó muy asustada, aunque mi mamá es de un carácter muy fuerte y no suele dejarse. La vi muy vulnerable y fue un shock porque también le habló a mi hermana. Llegó llorando y muy asustada, se sentía muy humillada y vulnerable más que nada; se veía muy asustada y decía que tenía miedo”.
La señora se encuentra estable y no presentó quemaduras en la piel que la llevaran a ser trasladada a algún hospital, pues en el momento de los hechos la piel le quedó un poco irritada. La hija refirió que su mamá, con 40 años como enfermera, no vio a nadie más a la hora de la agresión aunque “ese día emocionalmente estaba muy mal, pero gracias a dios todo volvió a la normalidad”.
“Hay que ser un poquito más solidarios con el personal de salud que está ahorita al pie del cañón porque al final de cuentas ellos son los que están para salvarnos, es más probable que los pacientes contagien al personal de salud que ellos a nosotros porque al final de cuentas ellos están instruidos de qué tienen que hacer previo a su jornada de trabajo y cómo desinfectarse antes de salir del hospital hay que ser más respetuosos con la gente que se está poniendo la camiseta en esta pandemia”.
OMZI