Las recientes lluvias torrenciales causadas por el huracán John impactaron severamente la región de Michoacán, ocasionando un aumento significativo en los niveles de las presas que conforman el sistema hídrico del río Balsas.
La presa de Infiernillo, una de las más importantes de la región, ha registrado una notable crecida en sus aguas, lo que generó preocupación entre la población local.
Uno de los puntos más críticos es el puente Infiernillo, que se encuentra actualmente a solo unos metros de ser alcanzado por el río, lo que representa un riesgo considerable para las comunicaciones y el tránsito en la zona.
De continuar las lluvias o presentarse nuevas descargas en la presa, el nivel del agua podría alcanzar la infraestructura.
Durante varios días, las presas michoacanas han realizado desfogues, incluyendo la presa de Infiernillo, que descarga en la presa La Villita, manteniendo los altos niveles de agua.
El puente ha sido un punto donde se generaron múltiples accidentes, que han dañado la estructura, lo que ha llevado a varias reparaciones y reforzamientos de la misma.
Hace unos meses, en ese mismo puente, perdió la vida una bombera del municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, luego de ser arrollada por un camión de bomberos que se quedó sin frenos mientras los cuerpos de emergencia trabajaban sofocando un incendio vehicular en el lugar.
El puente de Infiernillo, ubicado sobre el río Balsas, marca la división entre los estados de Michoacán y Guerrero, específicamente entre los municipios de Arteaga y Coahuayutla.
MO