Hospitales, escuelas, negocios y viviendas se preparan para enfrentar la peor crisis hídrica en San Luis Potosí provocada por las fallas en la presa el Realito y la severa sequía que está dejando secas las presas.
La Secretaría de Salud Pública estatal reconoció que se trata de un asunto de salud pública, pero los hospitales del área urbana todavía no experimentan la falta de agua.
Tras el anuncio de que la presa San José llegó a su nivel más bajo y dejará de operar, el Hospital Central, la máxima institución médica pública en la capital, se prepara para posibles afectaciones.
El secretario de Salud, explicó que este hospital sí depende de la red de la presa San José, por lo que se conectarán a un pozo que se localiza en las instalaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, con quien la institución estatal tiene un convenio.
“Aunque sí tenemos dependencia de la red del Interapas, tenemos acceso al agua del pozo de la Universidad”, comentó el funcionario de Salud, Daniel Acosta Díaz de Léon.
A partir del 26 de junio pasado se declaró el día cero de la emergencia, porque el Realito dejó de enviar agua y desde que se anunció el inicio de esta prolongada crisis de agua, desde la presa San José se enviaba el agua hacia una planta tratadora en Los filtros y de ahí se acarreaba hacia las primeras 111 colonias afectadas, a través de pipas.
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Con la presa seca, aumentaron las colonias sin agua y ahora será un 70 por ciento de la población total en la capital la que se verá afectada. El abasto dependerá de 139 pozos y las 151 colonias en crisis, recibirán el servicio por medio de pipas gratuitas.
“Yo tengo 77 años y nunca había vivido una crisis como esta”, comentó Andrés Sifuentes, habitante de la colonia El Pedregal.
Otro sector afectado, son los comerciantes de la avenida Venustiano Carranza que se abastecían de la presa San José y ahora temen que sus negocios se vayan a la quiebra; los gastos mensuales en la compra de agua a través de pipas privadas son de casi 10 mil pesos.
“A lo mejor lo que les falta para terminar de cerrar, es que no puedo ni pagar las pipas de agua que tragedia”, dijo el empresario, Alberto Arochi.
El gobierno municipal prepara un nuevo plan emergente al implementado cuando dejó de mandar agua la presa el Realito, por lo que los empresarios piden ser incluidos para recibir agua gratuita y que también se contemple poner un tope a las tarifas de las pipas privadas.
“Ya hay pipas por todos lados, cuánto va a costar, que hubiera un criterio claro para que no abuse del suministro líquido”, agregó Eduardo Ayala, empresario.
El gobierno estatal se suma a las estrategias, no se descarta bombardear nubes, anunció que se habilitarán tres pozos que se localizan en el camino a la presa y se harán conexiones para enviar 8 millones de metros cúbicos de agua, que logró captar la presa El Peaje en un solo día de intensas lluvias, para poderlos conducir hacia la presa San José.
También preocupa el inicio del ciclo escolar para el próximo 28 de agosto, pues incluso las vacaciones se adelantaron por la crisis y la ola de calor, al no contar con infraestructura para almacenar el agua y garantizar el servicio en las escuelas.
Israel Sánchez Martínez, presidente nacional de la Asociación de Padres de Familia, dijo que más del 50 por ciento de la infraestructura educativa, no tiene luz ni agua.
En el sector industrial, no se reportan afectaciones, pero en caso de que la crisis se prolongue, se podrían frenar las inversiones. El secretario de Desarrollo Económico, Juan Carlos Valladares, dijo que no hasta el momento la crisis no ha afectado las actuales negociaciones o a las empresas ya instaladas.
En la ciudad no se han registrado compras de pánico de agua embotellada, pero sí aumentan las denuncias por el alto costo de las pipas privadas de hasta 800 pesos. La mayoría de la población requiere comprar, porque solo se enviará agua gratuita dos veces por semana.
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