Integrantes de la familia Martínez Tijera presentaron una denuncia de hechos por la entrega irregular y equivocada de un cuerpo que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos aseguró era su familiar Jonathan, quien no estaba muerto, sino internado en un centro de rehabilitación.
Felicitas Martínez Tijera y su hijo José Rafael Tijera, madre y hermano de Jonathan Martínez Tijera, acudieron ante el Ministerio Público para denunciar que los servicios forenses de la Fiscalía Regional Oriente (FRO) violaron los procedimientos legales para la entrega de cadáveres reportados como desconocidos, mintieron en la identidad de un cuerpo e incumplieron con los procesos de identificación forense.
En tanto, la Fiscalía General del Estado afirmó un comunicado que dos hermanos de Jonathan acudieron a la FRO a solicitar la entrega del supuesto cadáver de su hermano, y que cuando tuvieron “frente a ellos” el cuerpo, le reconocieron plenamente.
“Dejémonos de dimes y diretes con la institución. Hay cámaras de seguridad en el lugar, que se abran, que se vea y se analicen si realmente tuvieron acceso o no al cuerpo, porque no se vale estar jugando con los sentimientos de una persona y no se vale revictimizar a una familia”, señaló el abogado de la familia, Miguel Ángel Rosete.
Entregaron y enterraron cuerpo equivocado
El pasado 14 de enero, la familia Martínez Tijera fue informada por vecinos del centro de Yautepec que Jonathan Martínez Tijera había muerto y su cuerpo había sido levantado por la FRO y llevado a la morgue en calidad de desconocido.
La familia del joven añadió que cuando los hermanos de Jonathan se presentaron ante el servicio forense el día 15 de enero, no les fue permitido ver el cuerpo bajo el pretexto de que estaba en “avanzado estado de putrefacción”, y el personal del servicio forense sólo se basó en una foto que portaba la familia para cerciorarse de la identidad.
Añadieron que el cuerpo les fue entregado en un féretro sellado, por lo que la familia no pudo ver su interior y dos días después, tras el sepelio y el entierro, la familia se enteró por redes sociales que Jonathan no era el cuerpo que enterraron, porque él estaba vivo e internado en un centro de rehabilitación para alcohólicos en el mismo municipio de Yautepec.
Miguel Ángel Rosete Flores, abogado de la familia, aseguró que la denuncia interpuesta este miércoles busca hacerle justicia a sus defendidos, quienes fueron engañados dos veces por la FGE, primero al confirmarles que tenían el cadáver de Jonathan, pese a que no cerciorarse si estaba muerto, y luego, al entregarles otro cuerpo sin permitirles verlo.
Destacó que es falso lo que la dependencia afirma que los hermanos tuvieron frente a ellos el cuerpo y con base en ello reconocieron el cuerpo, además de señalar que el procedimiento erróneo donde está involucrada la funeraria se puede explicar porque es “un secreto a voces” que los servicios forenses tienen relaciones económicas con las funerarias.
RLO