El hijo del renombrado conservacionista Jacques Cousteau, Jean-Michel Cousteau, presidente de Ocean Futures Society, envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que advierte que el desembarco de balasto importado de Cuba para las obras del Tren Maya pone en riesgo los arrecifes de coral de Puerto Morelos, que forman parte del Gran Arrecife Maya y pertenece al Sistema Arrecifal Mesoamericano, la segunda barrera arrecifal más grande del mundo.
“Señor Presidente, seguimos leyendo sobre sus promesas de compromiso de su gobierno con el cuidado y protección del medio ambiente, que es un derecho de todos los ciudadanos, no solo de México, sino del mundo. Con esta carta, expresamos nuestra profunda preocupación por acciones de enormes consecuencias que deben estar precedidas de estudios profesionales de impacto ambiental y planes para enfrentar posibles desastres, como los que vemos casia a diarios en muchas partes del mundo”, indica la misiva.
En el texto, Jean-Michel Cousteau también advierte que manglares serán destruidos para el transporte del basalto, a través de 300 camiones que saldrán diariamente del muelle de Puerto Morelos hacia diversos puntos, a lo largo de la ruta del Tren Maya.
“Se nos ha notificado que el primer carguero, el Melody, ha llegado a Puerto Morelos. Según las informaciones, no hay suficiente calado para que los barcos atraquen en el muelle, por lo que el desembarco se realizará con barcazas. Lamentablemente, con un volumen de carga durante 10 meses, las posibilidades de accidente son numerosas, por lo que el peligro para los hermosos arrecifes de coral es enorme”, señala.
En la carta, Jean-Michel Cousteau expresa el deseo de que “prevalezca la razón y que usted no actúe sin la debida diligencia y dé las instrucciones oportunas a su secretario de Medio Ambiente”.
El conservacionista recordó que, hace más de un año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó detener la extracción de basalto.
A través de la campaña “No toques una piedra”, movimientos ecologistas mexicanos lograron frenar la destrucción de la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas en Veracruz, donde decenas de excavadoras y camiones removieron rocas de Balzapote para estabilizar el lecho del ferrocarril para la construcción del Tren Maya.
EHR