Dentro de sus casas, de forma privada, se realizan los funerales de las seis víctimas que murieron en un ataque a balazos el 6 de junio en la comunidad El Barrón, en Salamanca, Guanajuato. Cinco de ellos son menores de edad y estudiantes del video bachillerato de la comunidad y la señora Juana, de 65 años, quien, según un familiar, caminaba al Templo, cuando sucedió la masacre.
La noche del martes fueron entregados los cuerpos de las víctimas y este miércoles se realizaron los funerales por separado, cada uno en su vivienda. Las calles de la comunidad estaban solas, una inmensa calma se notaba en El Barrón, los féretros de cada una de las víctimas se colocaron de forma que no eran visibles.
Algunas de las casas cerraron sus puertas y hasta colocaron un candado por dentro, para despedir a sus familiares de forma íntima. La abuelita de Eleuterio salió con más familiares, iba a abordar su vehículo para realizar algunos trámites del funeral y el sepulcro, pero aceptó hablar sobre su nieto, de quien aseguró era una joven bueno y cariñoso.
"Un niño de lo mejor, de lo mejor que podía haber, todo, muy estudioso muy buena gente mi nieto, para todo y por todo, tenía un corazón muy noble, muy noble, era pura cosa buena, puras buenas calificaciones, todo tenía bueno, obediente, cariñoso, todo con uno, por eso a mí se me destroza mi alma, tengo muchos nietos pero como ese, ninguno, pero ni modo, sea por Dios", dijo. "Que decirles, como quiera, ni hacen nada, ni hacen nada, cuánto hacen esas gentes y no, (¿Pediría justicia?) Pues sí, pero a la vez, no, sea por Dios, ya le tocó".
Un conocido de la familia contó que Eleuterio era el apoyo de su mamá, le ayudaba a atender una tienda que tienen en la comunidad, ya que su papá, no vivía con ellos. El funeral de Pamela, otra de las víctimas, se realizaba unos metros adelante, ahí sus familiares decidieron no hablar e incluso, cerraron la entrada de su casa, con un candado hacia adentro. Un familiar se limitó a contestar que su muerta es una injusticia y que desgraciadamente, los criminales, "agarran parejo".
"Obviamente que fue injusto, sobre todo de ella, que no tenía nada que ver ni mucho menos, pero agarran parejo y ellos ahorita no quieren hablar con nadie, simplemente es eso y ahora sí, con todo respeto".
Una vecina de la comunidad manifestó que la comunidad estaba triste por el hecho.
“Nos sentimos bien tristes oiga, mire, ahí mataron a 3, allá a otros 3, … sí, ellos eran unos niños que estaban en la escuela, unos niños chiquito todavía”.
A unos metros del templo se realizaba el funeral de Estefanía, "Fanny", como la conocían en la comunidad, ahí un familiar aseguró que la joven, era muy cercana a sus papás, por lo que lamentó lo que le sucedió.
"Está muchacha que está aquí, era muy apegada a sus padres, casi no salía, se puede decir que ni a fiestas ni a bailes, esta niña se miraba bien tranquila, Estefanía, era una niña muy apegada a sus padres. Aquí como sociedad, como dijera, al Presidente como no voltea a mirar hacia acá, fueron estudiantes, vinieron y masacraron a los estudiantes, o sea van a cambiar la visa al 100 por ciento, dieron la vuelta por completo, era una comunidad tranquila, nos pegó fuerte, estamos en shock todavía".
Familiares de la señora Juana decidieron no hablar su ataúd, también fue colocado en un lugar no visible, solo familiares y personas cercanas podían ingresar. Será el jueves, cuando se realice la misa de cuerpo presente, de las seis víctimas, en el templo de la localidad, después sus cuerpos serán sepultados en el Panteón de la comunidad de La Ordeña.
dr