El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, inició la destrucción de 720 'minicasinos' que fueron decomisados al crimen organizado y aseveró que no habrá espacio para quien lucre con la vulnerabilidad de las familias.
El mandatario estatal dijo que estas máquinas, conocidas como tragamonedas, generan ganancias de 600 millones de pesos semanales.
De igual manera, mencionó que desde el 2024 se han decomisado dos mil dispositivos de este tipo, principalmente en los municipios de Morelia, Uruapan, Apatzingán, Zamora y Zitácuaro.
Por ello, en el marco del primer acto de destrucción masiva de máquinas tragamonedas, Ramírez Bedolla mencionó que serán implacables contra los actos de extorsión y detalló que, en coordinación con las autoridades federales y estatales, continuarán en la estrategia por desmantelar redes delictivas en Michoacán.
Además, exhortó a la población a no permitir que la delincuencia se disfrace de entretenimiento, denunciando la instalación y operación de estas máquinas.
También, reconoció el trabajo de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional, Civil y la Fiscalía del Estado, quienes han realizado los aseguramientos.
Por su parte, el fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, agregó que en los próximos días continuarán con los actos de destrucción, argumentando que deben agotarse todos los procesos legales.
Finalmente, explicó que los aseguramientos son resultado de la imputación de cateos autorizados por un juez competente como parte de la estrategia de combate a la extorsión, ya que, según López Solís, el crimen organizado impone su operación a comerciantes, y en caso de negarse a hacerlo, se deriva en hechos delictivos y de violencia.
ARR