Madres son abandonadas en la vejez; así viven el 10 de mayo en los asilos

Señalan que tras tener una vida activa, al llegar a la senectud se enfrentan al maltrato, violencia y discriminación por su edad.

Algunas madres aun se hacen cargo de sus hijos adultos con alguna discapacidad. (Archivo)
Adriana Magallanes
Torreón, Coahuila /

Tras una vida activa de logros, éxitos, tropiezos y dedicación a la familia y al trabajo, muchas de las personas que llegan a la senectud son abandonados y olvidados por sus propias familias. Una vez que alcanzan la vejez, los adultos mayores se enfrentan al maltrato y a la violencia, así como a la discriminación por edad.

Diana Enríquez, directora de Cohesión Social del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Torreón, manifiesta que se atiende a 71 personas dentro del programa de Adultos Mayores en Abandono.

De estos adultos aproximadamente 51% son mujeres que están solas y que tienen enfermedades crónico-degenerativas, aunque no en estado grave, pues les ha permitido mantenerse activas y en algunos casos a cargo de hijos con algunas enfermedades.

Madres se preocupan hasta el final por sus hijos

Dentro del programa no todos son adultos mayores, ya que se tiene a 5 beneficiarios indirectos, que son hijos de mujeres que pertenecen al programa.

“Por lo regular son hijos de los adultos mayores que tienen alguna discapacidad intelectual física o mental que les hace imposible valerse por sí mismos”.

Asegura que es mucha la angustia de quienes están solas y que pasan los 65 o 70 años que no cuentan con algún tipo de seguridad social, se encuentran enfermas y tienen que hacerse cargo de un hijo con una enfermedad.

“La preocupación que ellos tienen es qué es lo que va a pasar cuando ya no esté, estamos hablando de discapacidades como parálisis cerebral, discapacidades motrices o discapacidades mentales como esquizofrenia”.

Consideró que para estas mujeres desafortunadamente el panorama no es alentador, porque alguien de la familia difícilmente va a aceptar esa carga.

Dijo que en el DIF desde hace tiempo se trabaja en la atención al adulto mayor en abandono, quien no tiene familiares que lo puedan rescatar si no está en condiciones para atender sus necesidades alimentarias o por enfermedad.

Familiares en ocasiones solo aparecen para "aprovecharse"

La mayoría de los adultos que se atienden, llegan a través de los reportes ciudadanos, en este caso de algún vecino o persona que los conoce.

Explicó que en ocasiones aparece la familia que tenía años que no veía, pero intentan hacer despojo de la casa, por lo que a través de las redes de apoyo con los vecinos se busca ayuda para reportar este tipo de situaciones y que se pueda obtener el apoyo adecuado.

La directora de Cohesión Social, indica que lo primero que realiza el personal del DIF, es una investigación y si aparece que tiene algún familiar, sobre todo directo que pueda hacerse cargo, se canaliza al área de Pronnif, donde se les apoya con la investigación y cita a los familiares para que se establezcan convenios de buen cuidado.

Estas mujeres, reciben alimento dos veces al día, comida y cena, reciben atención médica, se les hace visita por parte de los doctores del DIF del departamento de salud, además de que se les entrega apoyo alimentario de manera mensual que ayude a cubrir su alimento los fines de semana.

“Es para esto que a veces hacemos esta red de apoyo, para que nos ayuden a acercarles el alimento que les hace falta en caso de que lo requieran”.

También ayudan con medicina y pañales

Otro de los apoyos que reciben son aparatos auditivos y ortopédicos, pañales, medicamentos y traslado a hospitales, pues lo que se busca es dar toda la atención que se pueda de manera integral al adulto mayor.

De los 85 adultos mayores que se encuentran en la Casa del Anciano 'Dr. Samuel Silva', poco más de la mitad son mujeres, la mayoría sin familia.

María del Carmen Serrano Ponce de León, voluntaria de esta Casa, señala que quienes tienen familia normalmente acuden a visitarlas y el día de las madres las sacan de celebrar.

Adaptarse al asilo cuesta trabajo

Durante 30 años que ha estado como voluntaria, indica que le ha tocado ver que al principio les cuesta trabajo adaptarse, llegan enojadas y tristes, pero conforme van pasando los días se dan cuenta que están acompañadas, que tienen a otras mujeres a su lado.

“Se dan cuenta que tienen sus comidas a sus horas, sus camas limpias, que hay eventos para ellas y entonces les empieza a gustar”.

Para el 10 de mayo reciben sus visitas o las sacan si están en posibilidades, aunque asegura, la mayoría no tienen familia, por lo que es ahí donde las festejan, ya que son fechas en las que se ponen más vulnerables.

Existen personas que aunque no son familiares, llegan a felicitarlas y les llevan algún detalle, lo que hace que no sientan la soledad.


“Siempre viene un mariachi, les canta sus canciones, les dan su pastel, hay quienes reciben a sus visitas y estas les trae un regalito pequeño”.

El festejo comienza con la misa del día de las madres, mañanitas y comida especial que en este caso es el platillo que más les guste, que puede ser menudo o carne asada y es en general para quienes tienen hijos como para quienes están solteras.

Lidia asegura que ir al asilo fue su decisión

Lidia Torres lleva dos meses en la Casa del Anciano, en donde manifiesta que ha encontrado compañía y amistades. Tiene cuatro hijos hombres, pero todos viven fuera de la ciudad, por lo que el 10 de mayo solo le hablan para felicitarla y en ocasiones la visitan, sin embargo, esta ocasión será la primera vez que pase el día de las madres en este lugar.

Comenta que ella decidió irse al asilo, pues en su casa estaba sola, aunque sus hijos le pusieron a una persona que la atendiera.

“Me pusieron una señora para que me cuidara, pero no me sentía a gusto, se iba en la noche y venía en la mañana, estaba sola, por eso me vine y aquí me siento bien gracias a Dios y tengo amigas”.

Este 10 de mayo Lidia no sabe si festejará en el asilo o con sus hijos, pues si vienen a visitarla es posible que la saquen a pasear, pero aún no lo sabe.

A Casilda la ayudan a ella y su nieta

La falta de ayuda y la soledad, llevó a Casilda Rodríguez a la Casa del Anciano, pues tiene un hijo en los Estado Unidos y una nieta que crió como su hija, pero que está enferma y no puede moverse.

Con apenas 15 días en el asilo, manifiesta que se siente a gusto en este lugar en donde está acompañada, además de que recibe la ayuda para ella y para su nieta, quien está enferma pues le brindan terapia.

“Me siento bien, gracias a Dios acompañada que es lo principal, me hacía falta quien me ayudara porque yo hacía todo en mi casa, estaba sola, mi hija y yo estamos aquí, nada más que ella no se puede mover”.

Manifiesta que su hija (nieta), tiene una parte paralizada y depende de una silla de ruedas, es por eso que decidió irse al asilo, pues por su edad batalla también para moverse y le es imposible atenderla.

“Aquí le ayudan a ella y a mí me dan mis medicinas, aquí estoy nada más sentada, muy agusto, pero también estoy enferma, no puedo mover mis manos porque tengo artritis y me duelen mis huesos”.

Este día de las madres, será el primero que pasara en la Casa del Anciano, pues su hijo no puede visitarla debido a que está en los Estados Unidos, tiene su trabajo y sus hijos, por lo que festejará con sus compañeras y amigas.

Guadalupe espera regresar a casa

En los ocho meses que lleva en el asilo, Guadalupe no se ha logrado acostumbrar, pues asegura que quiere estar en su casa, tiene un hijo, pero está enfermo y no puede cuidarla.

Asegura que toda su vida fue independiente, por lo que quiere regresar a su hogar, pues no está acostumbrada a estar con personas extrañas.

Comenta que su hijo acude a visitarla de dos a tres veces por mes, pero le dice que no la pueden cuidar, es por eso que está ahí, sin embargo, reiteró que espera poder irse pronto a su casa. No sabe si hoy la visitarán o podrá salir para festejar su día con las personas que ella quiere.

aarp


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