Dinamita, comunidad que cambia minería y explosivos por turismo

Dinamita es una comunidad ubicada al poniente del municipio de Gómez Palacio, Durango, con un valor histórico y potencial turístico que parece esconderse entre lo polarizado de la zona metropolitana de La Laguna, pero que cuenta con uno de los atractivos naturales más importantes de la región y que vale la pena conocer.

Entre sus tierras se encuentra el Área Natural Protegida Sierra del Sarnoso, un lugar místico de origen desconocido por sus formaciones rocosas que hacen volar la imaginación como cuando se juega a darle forma a las nubes.

Rarezas de la naturaleza que dejan ver a simple vista piedras esféricas de gran tamaño unas encima de otras que sirven de hogar para especies endémicas de flora y fauna.

Nombre Dinamita viene por fabricación de explosivos

Lo que un día fue un terreno fértil para la minería, se convertiría en una industria dedicada a la fabricación de explosivos a partir de 1901 con la Compañía Mexicana de Dinamita y Explosivos, con ello los primeros asentamientos de pobladores de lo que sería llamado Dinamita, que llegó a tener gran auge industrial pero también social en la región.

De acuerdo a Miguel Amaranto, escritor del libro “Dinamita esplendor de un nuevo siglo” esta parte de Gómez Palacio era próspera al ser anfitrión de importantes fiestas, bailes y festividades, además fluía el comercio con un mercado y se transportaba el personal de la empresa en tren de carga.

“Se hizo emblemático porque cuando se empiezan a hacer las fiestas del sindicato y eran fiestas muy ostentosas, tanto que llevaban a los grupos de moda y gente de toda la región acudía a los bailes, ya era un punto de referencia de La Laguna, además de la cuestión económica, la festividad no se dejaba de lado”.

La compañía fue impulsada por empresarios mexicanos pero también extranjeros, principalmente americanos y franceses, Juan F. Brittingham, entre ellos, propietario de la compañía Jabonera La Esperanza que proveía también de la materia prima necesaria para los explosivos, la glicerina que salía del algodón, así fue socio y proveedor.

“Dinamita se vuelve un lugar próspero porque dentro de la empresa se construye una especie de departamentos para los empleados. Al interior de la planta había un parque, un mercado y hasta un hotel. Luego los empleados empiezan a construir fuera de la planta”, describió Amaranto en entrevista para MILENIO.

La historia marca que la planta de explosivos fue adquirida por la empresa DUPONT en 1925, la cual construyó una zona de dormitorios para los trabajadores y se amplió la población de Dinamita, de ahí salió el poblado de El Siete, y más arriba Abisinia.

Hasta la fecha la manufactura de explosivos y accesorios para voladuras sigue activa, sin embargo, quedó en pausa el progreso de aquel pueblo próspero que empezó a crecer conforme crecía la compañía.

Cada vez fueron menos los empleados que se quedaron a vivir ahí. Los mismos pobladores empezaron a construir a los alrededores y otros hace tiempo dejaron sus tierras para instalarse en la zona urbana, aunado a que la demanda de los explosivos bajó a nivel mundial.

Te recibe una mina 'Colorada'

Apenas se llega a Dinamita y a lo lejos se aprecia un montículo de tierra roja con una especie de cueva que sería la boca de la Mina Colorada, de la cual el investigador Miguel Amaranto asegura que hay vestigios de que por la zona anduvieron los primeros deambulantes a finales del siglo XVI.

“Esta zona sí empieza como actividad minera a finales del siglo XVI principios del XVII, poco antes de las minas de Ojuela, pero no se habitaba por familias propiamente, pero serían los primeros deambulantes del lugar en la Mina Colorada”.

Don Alberto Ayala Mares de 71 años de edad, es nacido en estas tierras y comparte que su padre fue de los últimos trabajadores de la Mina Colorada mientras que su abuelo falleció en un accidente de trabajo en la misma mina en la que se extraía manganeso para la creación de acero.

Describe que el material era transportado por los habitantes de Dinamita en góndolas de trenes hacia la carretera donde los esperaban camiones de carga, pero también servía para que se trasladaran los trabajadores.

“Allá está otra mina detrás del cerro, yo aún no nacía pero mi abuelo falleció ahí, don Juan, mi papá era Ascensión Díaz Ayala. Estaba chavalillo cuando mi papá cargaba ahí el material en góndolas de los trenes”, comentó el habitante de Abisinia.

Al respecto, Amaranto dice que “durante un tiempo existía lo que llamaban el Arponcito, que era un tren pequeño que transportaba insumos, pero también transportaba a la gente de Dinamita hacia 'El Siete' y era gratuito y salía cada hora. Cuando el trenecito cesa y llega un camión color naranja al que le llaman el Fanta, también gratuito”.

Valor histórico sin detonar

Tal valor histórico y territorio protegido de la Sierra del Sarnoso y su vecina Sierra de la India no ha sido detonado por los pobladores como un lugar turístico de bajo impacto ambiental.

Como muestra es que no existen guías para quienes decidan visitar la zona y se carece de un plan de manejo formal.

Este sitio fue declarado como Área Natural Protegida desde julio de 2021 y abarca terrenos de los municipios de Gómez Palacio, Lerdo y Mapimí.

En la perspectiva del autor del libro 'Dinamita' los habitantes de la comunidad saben bien el valor que representa la sierra, sin embargo carecen de un programa de capacitación para quienes deseen ser guías turísticos de esta zona o quienes compartan información histórica de este enigmático lugar.

“No hay guías turísticos, se puede acudir con Julio Martínez, un señor amable que conoce los lugares de la sierra, pero él mismo acepta que ya está grande, que ya no puede llevar a los visitantes”.

Asimismo, resulta un lugar para practicar deportes extremos como el senderismo, el ciclismo de montaña, escalada y rappel, o simplemente subir a la cima y disfrutar de la vista, de la vegetación y el sonido de las aves e insectos que se perciben entre el silencio de la sierra.

Explosión que dejó hasta 20 muertos

A decir del investigador y periodista, el accidente más sonado en Dinamita fue la gran explosión ocurrida el 23 de septiembre de 1953 en el cruce de Las Guayuleras a la entrada de Gómez Palacio entre el tren con dos camiones cargados de dinamita.

Según el diario La Opinión, alrededor de las 20:30 horas una explosión retumbó los cimientos de toda la Comarca Lagunera, pues habían detonado varias toneladas de dinamita pura que alcanzó a un ferrocarril con pasajeros a bordo. Se trataba del llamado Tren Pollero número 20 proveniente de la ciudad de Chihuahua.

La onda expansiva se extendió incluso a varios kilómetros a la redonda y quedó la devastación a simple vista, donde las partes de cuerpos de personas, fierros retorcidos, ruedas y pistones, era lo que sobresalía a la vista asombrada de los ciudadanos que se acercaban al lugar donde había quedado un cráter de grandes dimensiones.

El saldo preliminar fue de 20 muertos y más de 50 heridos entre tripulación y pasajeros, los cuales fueron llevados a diferentes hospitales de la región, unos sin alguna extremidad, otros con los pelos de punta y con los ojos saltados, tal como lo relató en su oportunidad el historiador gomezpalatino, Manuel Ramírez.

aarp