La disputa entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa ha convertido el norte de Chiapas en una zona de alta violencia, particularmente el corredor que conforman los municipios de Pichucalco, Juárez y Reforma, por lo que unas 6 mil personas se han visto obligadas a huir del estado en los últimos dos años, advierten académicos y organizaciones de la sociedad civil.
En entrevista para MILENIO, el profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas, Jorge López Arévalo, señaló que la violencia se debe principalmente a la disputa por el control territorial entre los grupos criminales, y agregó que posiblemente en épocas anteriores tenían algún tipo de acuerdo para mantener la situación en calma y así invisibilizar su presencia.
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“Pues hay corredores (para el tráfico de droga, armas y personas) y esos (municipios) son parte de los corredores”, aseguró en entrevista. “Estamos viviendo una situación a la que no estábamos acostumbrados, nosotros teníamos problemas de pobreza, de cierta delincuencia común, pero no estábamos acostumbrados a estos niveles de violencia que se han vivido en los últimos dos años”, agregó el especialista.
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), esta violencia ha provocado que miles de personas sean víctimas de desplazamiento forzado, es decir que han tenido que dejar sus viviendas huyendo de la inseguridad.
“Uno de los fenómenos, y que además por sus dinámicas es muy visible, es el desplazamiento forzado. Por lo menos del año 2021, de julio de 2021, a la fecha se han desplazado entre 5 mil 500 y 6 mil personas, por la violencia que estamos relatando”, aseguró Carlos Ogaz, coordinador del Área de Sistematización e Incidencia del Frayba.
Coincidió en que el incremento de la violencia que se ha estado registrando en los últimos meses e incluso semanas en Chiapas, responde a una dinámica de las bandas criminales que se disputan el control del territorio.
“Debemos tomar en cuenta que el estado de Chiapas, junto con el estado de Tabasco también, son fronteras muy porosas y en ese sentido son diversas también las rutas para las economías legales e ilegales, vinculados particularmente a la delincuencia organizada, pero también sabemos la responsabilidad que tiene el Estado mexicano por la omisión y en algunos casos colusión”, agregó.
La madrugada del martes pasado, un comando atacó a balazos las instalaciones de la policía estatal en el municipio de Reforma. De acuerdo con lo informado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana estatal, los elementos de esa base policial lograron repeler la agresión.
Durante el ataque una persona que presuntamente era integrante del grupo criminal murió, misma que fue identificada como Luis Alfredo “N”, quien portaba un chaleco táctico, un arma de fuego AR-15 con cinco cargadores abastecidos y un arma de fuego calibre 9 milímetros, con dos cargadores abastecidos.
En el lugar también fueron aseguradas una camioneta de color blanco y una motocicleta de color rojo con negro, además de que un vehículo oficial resultó con daños. Esas mismas instalaciones ya habían sido atacadas por sujetos armados el 2 de mayo de este año.
En esa ocasión, el saldo fue de cuatro policías heridos y cinco patrullas afectadas.
Un día antes, el 1 de mayo, sujetos armados atacaron la Fiscalía de Distrito Norte con sede en el municipio de Pichucalco.
Después del ataque de este fin de semana en Reforma, se registraron enfrentamientos y quema de vehículos en el municipio de Huimanguillo, en Tabasco.
aag