Sobrepoblación, tráfico interno, problemas de autoridad y diversas fallas, es como funciona el Centro de Rehabilitación Social San Miguel, ubicado en la capital de puebla.
Carlos, un ex interno del Cereso San Miguel, aseguró que los custodios cobran cuotas por dejar pasar prostitutas o menores de edad.
“Las mujeres las prostituyen, entra niños ¿Quién dice que no entran niños? Es mentira, todo lo que dicen es mentira. ¿Cuánto te cobran por meter un niño? 500, mil pesos”, afirmó Carlos, quien pidió llamarse así por miedo a represalias a su hermano que sigue dentro de la cárcel.
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Carlos estuvo nueve años preso por homicidio y salió absuelto hace cuatro meses, y confiesa que al interior del Cereso, la corrupción llega desde los altos mandos, quienes permiten que ocurran homicidios, prostitución y venta de droga.
Un reporte reciente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reveló a principios del 2021, en la cárcel del estado de Puebla se organizaban "celebraciones" con la autorización de las autoridades penitenciarias, los días viernes, sábados y domingos del 2019, mismas fiestas donde prostituían a las internas debido a que las llevaban al área varonil para que tuvieran relaciones sexuales a cambio de dinero, ello en un entorno controlado por el narcomenudeo y el cobro de diversas cuotas.
Durante su estadía en San Miguel, su familia gastaba hasta 2 mil 500 pesos para poder tener celular, agua limpia, comida, pase de lista, evitar ser golpeado por guardias y tener medicamentos.
“Hay ratas, los custodios te pegan por cualquier cosa, ah pero la droga está permitida al cien, la droga nunca falta, ¿Qué te venden? De todo, heroína, mariguana, cristal, de todo”.
Afirma que por tener celular pagas una cuota de 350 pesos semanales, para tener agua limpia, son 27 pesos por tonel diarios, y muchas veces ocupan dos toneles al día, teniendo que pagar 500 pesos semanales para tener acceso a agua que no los enferme del estómago.
El Cereso de Puebla fue construido con una capacidad establecida como máxima para 2 mil 100 internos y actualmente se encuentra con una sobrepoblación de más del 40 por ciento, con más de 3 mil reclusos masculinos y al menos 350 mujeres presas.
“En una sola celda duermen entre 15 a 20, con chinches, cucarachas y encimados. Es una situación de inframundo,” dice Carlos.
El hermano de Carlos enfrenta una condena de cinco años por robo, “parece ser que él sí lo cometió, pero esa es otra historia”, dice.
Trabajan para combatir corrupción y prácticas irregulares
Al respecto, el gobierno de Puebla señaló que la actual administración de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) trabaja de manera firme para combatir la corrupción y prácticas irregulares.
Señaló que las opiniones de personas que supuestamente estuvieron anteriormente recluidas en el centro penitenciario, "no describe las condiciones actuales".
Indicó que muestra de ello fue la demolición de dormitorios clandestinos, construidos en periodos de gobierno anteriores, a fin de acabar con las prácticas irregulares y de corrupción entre directivos, custodios e internos.
Detalló además que en dicho centro penitenciario, como en el resto de los que están a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública, se instrumentó un protocolo estricto de acceso para las visitas de las personas privadas de la libertad, que permite tener control total sobre esta área.
Además, que la cocina de este centro penitenciario inició los procedimientos para obtener el “Distintivo H”, que se otorga a las empresas de alimentos que manejan altos estándares de calidad y que en la contingencia sanitaria por covid-19, el gobierno del estado de Puebla habilitó, en su totalidad, el Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA) para atender a las personas privadas de su libertad, con esta enfermedad y se garantizó evitar contagios entre esta población.
FS