Para el sector de los panaderos, la venta de la rosca de reyes, es un aliciente, pero no lo suficiente para aliviar lo complicado de la pandemia. Benjamín Flores, expresidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, tras dos años de la aparición del covid, dijo que las empresas son cada vez más pequeñas.
“El pan une a la familia y afortunadamente la gente consume la rosca de reyes. Nunca he visto comer a una persona sola comiendo una rosca. Siempre con el amigo, con el compañero de trabajo, y por ende con su familia. Es una tradición, novohispana que ha funcionado bien en los años anteriores, y en esta pandemia todos los negocios en todos los rubros, estamos sobreviviendo”.
Dijo que para este año, del cien por ciento de las roscas que vendían, solamente podrán comercializar el 15, por lo complicado de la economía.
“Si antes vendíamos 100, ahora vendemos 10, 15, 20. Esa es la situación y es por eso que estamos haciéndole la lucha”.
Indicó que en el pasado, contaban con hasta 20 trabajadores en cada panificadora, pero ahora solamente alcanza para 7 empleados.
“Como todos los comerciantes empresarios, hemos sacrificado, nuestra utilidad para no despedir gente, aparte, que no los podemos echar para afuera, porque no hay la capacidad financiera para tal efecto. Entonces, tenemos la esperanza que esto termine alguna vez”.
Sostuvo que a pesar de lo adverso del panorama, se enfocan en mantener los empleos para quienes han sido sus colaboradores desde hace años.
“Esperamos que repunte un poco. Las ventas están súper caídas, comparada con los años anteriores no podríamos compararlo porque estaríamos hablando que producimos un 15 por ciento de lo de un año normal. Los años de pandemia, repunta un poquito, no como quisiéramos como lo años anteriores, y lo vemos, la panadería se hizo chiquita”.
aarp