Enclavada en los límites del sector centro de Ciudad Lerdo, la vivienda de la familia Soto Silva se llena de devoción y agradecimiento a la Virgen de Guadalupe cada 12 de diciembre.
Desde hace más de 50 años, iniciaron con la tradición de rezar el rosario y repartir la reliquia entre los familiares y vecinos quienes comparten con ellos esta fe hacia la virgen morena.
Fue su madre quien les inculcó el amor a la Guadalupana, y luego de su fallecimiento, hace varios años, decidieron continuar con la reliquia a la Virgen.
Para José Félix Soto Silva esta tradición es una parte importante para su familia, pues es cuando llegan sus hermanos que viven en otras partes de la República Mexicana, y se fortalece la unidad, así como también la fe.
La mitad de un siglo haciendo la reliquia, los ha llevado a ser reconocidos en este sector de la Belisario Domínguez y Pino Suárez, aún parte del centro de Lerdo.
“Mucha gente nos busca y nos favorece, el asado que le heredó mi mamá a mi hermana es muy rico”, enfatizó.
Cada año, los Soto Silva agradecen a la Virgen de Guadalupe, por el trabajo y salud, principalmente, y como otra tradición que tienen, al inicio del rosario del 12 de diciembre, lo dedican por las familias presentes. “Para que tengan salud, trabajo y no les falte nada”.
Sobre el altar ubicado al centro de la entrada del patio de la vivienda, se encuentran seis imágenes de la Virgen de Guadalupe, así como de Juan Diego, veladoras, y no podían faltar las fotografías de los padres y su hermano que se adelantó en el camino, frente al cual, las personas se sientan a dedicarle sus rezos para al finalizar, formarse para la repartición de la reliquia entre alrededor de cien personas que acuden anualmente.