“Mi bastón rompió miedos y oscuridad”, Mario, invidente, da clases de movilidad en Lerdo

Invidente desde los 15 años, el profesor Mario Flores es bibliotecario y da clases de braille, pero tras la pandemia, enseña también a discapacitados visuales la orientación, desde subir al transporte público, camina y cruzar calles.

Mario Flores, profesor invidente. (Rolando Riestra)
El profesor se dedica a dar clases de orientación a invidentes. (Rolando Riestra)
Luis Alatorre
Lerdo, Durango /

Invidente desde los 15 años de edad, el profesor Mario Flores es bibliotecario en la biblioteca municipal ‘Benito Juárez’ de Lerdo, en cuyas actividades está además el ofrecer clases de braille, sin embargo, la pandemia obligó a cerrar sus puertas y la actividad cayó casi a cero, aunque esto no detuvo su inquietud y deseos de ayudar a sus semejantes, por lo que comenzó a dar clases de orientación y movilidad a fin de enseñar a subir al transporte, caminar y cruzar calles.

Originario de Mapimí y radicado en el ejido Seis de Enero, diariamente toma el autobús al pie de carretera que lo lleva de su casa a su centro de trabajo, en donde ofrece clases de braille con las manos, para que sus iguales conozcan el sistema de relieve en letras, atendiendo de momento a una persona por curso, debido a que la pandemia no permite más acceso a las instalaciones y se busca evitar las aglomeraciones.

Empleado municipal desde 2008, donde fue encargado del Centro Comunitario de la Villa de Juan E. García, y además profesor de música a los infantes, fue hasta el 2013 cuando ingresó a la Biblioteca Municipal.

Ante esta circunstancia de poca actividad en su área, asumió por cuenta propia el ofrecer a personas con discapacidad visual las clases de movilidad y desplazamiento, pues existe incluso aquellas que jamás habían salido de manera autónoma a la calle.

¿Cómo fue que perdió la vista?

Tuve debilidad visual en el ojo izquierdo con un 100 por ciento en el ojo derecho y ya después pérdida por desprendimiento de retina a los 15 años.

¿Cómo nace la idea de dar clases de braille?

Nace porque yo estudié en la Escuela Primaria ‘José María Cárdenas’ de Monterrey Nuevo León, porque en Mapimí no había escuelas especializadas y allá me especialice en los seis años y dos años en el sistema braille, pues no hubo una carrera terminada, pero lo aprendido quién de lo quita y más cuando lo manejas diariamente y ayudando a otras personas.

El profesor Mario fue abordado para la entrevista en la esquina de Francisco Sarabia e Hidalgo, afuera de la Parroquia del Sagrado Corazón, en donde estaba a punto de comenzar su clase de movilidad.

Ahí lo acompaña Ricardo, de 32 años edad y quien expresa que hace dos años perdió la vista por completo y todo ese tiempo permaneció en casa, sin salir, a menos con la ayuda y guía de otra persona.

Sin más “arma” que un bastón especial, el profe le va hablando a corta distancia a Ricardo sobre cómo guiarse y le refiere la necesidad de ir deslizando el bastón conforme va avanzando para que las personas puedan escuchar y se percaten de su presencia y desplazamiento.

“El bastón es importante que lo mantengan enfrente, para que te ayude a detectar los pozos y los demás obstáculos que hay en la banqueta”, le dice.

¿Cuánto tarda en concluir una capacitación?

“Todo depende de los miedos de la persona, de sus ganas o entusiasmo. Me puedo estar mucho tiempo, pero un tiempo promedio pueden ser tres meses, pero por la rapidez y las ganas que ellos tengan es como van a avanzar”.

De 49 años de edad, casado con Carolina Carrillo con quien tuvo tres hijos y percibe un sueldo de 2 mil 500 pesos quincenales, el profe Mario agradeció al Presidente Municipal Homero Martínez esta oportunidad.

"Que me da a mí para enseñar a las personas y al público que nos ayuda también, porque hay mucha gente buena en la calles que entiende y aplica bien la inclusión".

Para Mario Flores, el tomar la decisión de valerse por sí mismo se asemeja a la etapa de la niñez cuando en las noches asoma el miedo “te cobijas todo y lentamente te vas quitando la sabana y esa libertad que uno siente es el viento fresco después de estar encerrado en mis temores. Para íi, así es salir a la calle, pues con mi bastón voy rompiendo la oscuridad y a la vez voy sintiendo esa hermosa libertad”.

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