Hacia otros municipios han migrado 2 mil 58 duranguenses, más que los que se van de la entidad a otros países, dijo Denisse Rivera, directora del Consejo Estatal de Población.
La entrevistada comentó que los duranguenses que han abandonado la entidad hasta el momento son mil 497, dado que ha disminuido la cifra a comparación de otros años, cuando se incrementó la migración.
Explicó que es posible que se hayan dado cuenta que hoy en día es más complicado el pasar por la frontera a los Estados Unidos.
Santiago Papasquiaro, es uno de los municipios que se encuentran en la Sierra Madre Occidental y en el que más crece la dinámica de la migración, junto con Tepehaunes.
Detalló que el fenómeno migratorio en Durango se da en zonas donde la conectividad carretera es limitada, a diferencia del municipio de El Mezquital, donde, por la forma de vida y las creencias, los indígenas no suelen migrar.
“Las comunidades más alejadas a las capitales con falta de vías de comunicación, es donde hay un poquito más de migración. No así en zonas indígenas donde las comunidades son muy alejadas. El indígena se detiene un poco más para migrar. Aprenden o tienen usos y costumbres, que no se atreven todavía, es más complicado para ellos definirse o decidirse a salir de su comunidad”.
Destacó que otro de los temas recurrentes en Durango, es que muchas de las comunidades se encuentran abandonadas, dado que la migración se da principalmente a los Estados Unidos, pero ya hace dos décadas, y quienes se quedan, al crecer, siguen a sus familiares y viajan al norte.
“Hablábamos de muchos pueblos cercanos a cabeceras municipales, y migraron al extranjero, pero esa migración sucedió hace dos décadas. Los niños pasan su infancia ahí, y cuando crecen, mucha de su familia se encuentra en Estados Unidos y emigran. Se vuelven casi pueblos fantasmas”.
EGO