La tortuga del Bolsón de Mapimí, conocida como Gopherus flavomarginatus, es una tortuga terrestre endémica de México en peligro de extinción y que de las cuatro especies del género Gopherus de América del Norte es la más grande, con una longitud de alrededor de 46 centímetros.
Aunque no todo está perdido, aún existe la esperanza de rescatar la especie y para ello unen su esfuerzo, entrega, conocimiento, pero sobre todo amor por los animales, la Universidad Autónoma de Chapingo, la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), así como la Reserva de la Biósfera Mapimí (RBM), ubicada en los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila y administrada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
En entrevista para MILENIO, desde URUZA de la Universidad Autónoma de Chapingo, Rafael Carrillo Flores, profesor investigador de la Unidad Regional Universitaria de Zonas Áridas de la Universidad Autónoma de Chapingo, Gamaliel Castañeda Gaytán, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED y Sara Isabel Valenzuela Ceballos, maestra en Ciencias y docente en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED, hablaron sobre el rescate que brindan a través del tortugario.
El profesor explicó que, “este tortugario existe aproximadamente desde 1994, se derivó de un decomiso que hizo la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos de tortugas, y nosotros logramos recuperar de esas que se decomisaron, la mitad, que fueron aproximadamente 22 tortugas que llegaron aquí, entre jóvenes y adultas”.
Su hábitat natural es la Zona del Silencio, lamentablemente en los últimos 30 años, ha disminuido bastante la cantidad de tortugas, ya que en 1985 se estimaba que existían cerca de 10 mil especies y en la actualidad existen de dos mil a dos mil 500.
Del año pasado a la fecha, PROFEPA ha decomisado cuatro tortugas, principalmente en Gómez Palacio, las cuales fueron entregadas al tortugario de Chapingo para su resguardo.
El profesor comentó que, “empezamos con 22 tortugas y actualmente andamos entre las 80, ya cuando son juveniles, les implantamos un chip en la patita izquierda trasera y con un lector identificamos qué tipo de tortuga es”.
Dentro del proyecto se tiene considerado hacer otro tortugario, un poco más alejado, pero dentro de las instalaciones de URUZA. Por su parte Gamaliel Castañeda Gaytán, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED, afirmó que le están dando continuidad al proyecto.
El docente dijo que, “nosotros hemos hecho un poco más trabajo en campo para conocer más la situación de la tortuga, tanto al interior como al exterior de la reserva de la Biósfera de Mapimí, también trabajamos con la gente de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas”.
Asegura Castañeda Gaytán que este proyecto comienza a tomar forma, y gente de Estados Unidos es quien los está asesorando. El propósito del proyecto es buscar la manera de recuperar su población y después reintroducirla en lugares donde hay testigos que indiquen que se extirpó. Han presenciado hallazgos de cascarones destruidos, y se sospecha que puedan ser depredadores.
La maestra en Ciencias, Sara Isabel Valenzuela Ceballos, docente en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED, además responsable técnico de la UMA de las tortugas, dijo que desde 2021, la Profepa empezó a hacer decomisos de esta especie e incluso llegaron entregas voluntarias.
EGO