Un grupo de trabajadores de la salud adheridos al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaria de Salud (SNTSA) sección 188 en Gómez Palacio, Durango , se manifestó en las instalaciones de la casa sindical para presentar sus inconformidades sobre el manejo de las finanzas y las plazas sindicalizadas y presunto nepotismo.
Fue alrededor de las 16:00 horas de este martes que enfermeras, médicos y trabajadores administrativos decidieron solicitar una reunión con la secretaria general de la sección 188, Rafaela Zapata Morales, quien minutos después los atendió acompañada de su comitiva para tratar de llegar a acuerdos.
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Una de las inconformes fue Zaira Hernández, enfermera en el Centro de Salud Isauro Benzor en Gómez Palacio quien denunció que como trabajadores sindicalizados no han recibido cuentas claras sobre las cuotas sindicales y demás recursos financieros desde hace cuatro años, además de que no convocan a asambleas ni realizan festejos.
“La secretaria general no entrega cuentas, por eso queremos un diálogo con ella (Rafaela Zapata). Somos una comitiva de trabajadores que nos dimos cuenta que hubo un trato entre los líderes sindicales de Gómez Palacio y de Torreón para darle base laboral a sus respectivos hijos en la Secretaría de Salud. Como trabajadores tenemos derecho a que nos den cuentas y han pasado más de cuatro años. No hay asambleas ni festejos”.
Protestantes afirman que personal del sindicato había vendido plazas
Asimismo, entre los protestantes acudieron dos mujeres quienes afirmaron que personal del sindicato presuntamente les había vendido plazas sindicales que hasta la fecha no se las han otorgado, con un monto de 35 mil pesos que habrían sido depositados a la cuenta de un integrante del equipo del sindicato.
En su versión y en respuesta a los señalamientos del grupo de agremiados, Rafaela Zapata salió de su oficina y les dirigió unas palabras en las que afirmó en primera instancia que las plazas del sindicato no se venden, y para cederlas es necesario todo un proceso administrativo de al menos ocho meses de trámites.
Además enfatizó que la forma de entregar nuevas plazas solamente es mediante jubilación, por antigüedad y por fallecimiento, asimismo resaltó que “las plazas no son un derecho de los trabajadores. La autoridad tiene la obligación de dar una mejora laboral en los contratos, lo cual no hace, quien hace esas mejoras es el sindicato, y se les ha dado más a enfermería y a médicos, hemos sido solidarios con ellos”.
Incluso dijo que ella es la única persona que puede autorizar una plaza sindical y reiteró a los que denuncian venta de plazas a presentar las pruebas ya que es algo que no permitirá tales acciones de su equipo.
“Nosotros hacemos un proceso a través de asignación directa por un escalafón y profesionalización, que es un programa federal. Ninguno me puede decir que ha recibido una plaza por dinero, no le permito nada de eso a ninguno de mis compañeros. Yo soy la que autoriza y yo soy la que firma, soy la que veo quiénes son los que entran. Si no está mi firma no se entrega una plaza. No me vengan con que se venden plazas porque me lo tendrán que comprobar”, afirmó.
De manera posterior los manifestantes sostuvieron una audiencia con la secretaria general en privado para tocar las inconformidades sobre el tema financiero del sindicato que actualmente tiene más de mil 200 agremiados.
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