Por primera vez el Ayuntamiento de Gómez Palacio les cobró a las mujeres por colocar sus mesas con artículos religiosos a la venta en las inmediaciones de la catedral. El año y los días que le siguen a la pandemia por covid-19 han sido devastadores para el comercio informal ante la falta de peatones, pero en Semana Santa esperan al menos poder recuperar la inversión que este año se hizo para continuar con una tradición fundada en la fe católica.
“Nosotros nos instalamos el jueves santo, esperamos que las ventas se den el sábado y el domingo, sí hemos vendido poquito pero hace dos años las cosas eran muy diferentes, venía mucha gente y sí vendíamos a comparación de hoy, porque desde que empezó esto del coronavirus ya casi no hay gente y las ventas bajaron mucho”, apuntó la señora Teodora Medina Estrada, quien es vendedora de artículos religiosos desde hace más de tres décadas.
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La Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe durante el viernes lució casi vacía. Solo algunos adultos mayores se tomaron el tiempo de acudir para dar las gracias a su Dios y continuar con la tradición de la semana mayor.
“Lo que más vendemos es la medalla y el cirio, que el más grande cuesta 240, tenemos de 120, de 60, 35 y 45, desde el más chiquito al más grande. Pero por mayoreo, lo que más se nos vende es la imagen de San Juditas y el Divino Niño, San Benito, que tenemos desde 25 y hasta los 45 pesos. Las oraciones también se venden, los rosarios y los decenarios”.
Ella dijo que invirtió 14 mil pesos, y espera poder recuperar su inversión porque como reitera, ahora el ayuntamiento les extiende permiso para vender en la calle y pues sin él ya no habrá ventas.
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“Nos cobraron 265 pesos siendo que yo tengo aquí 37 años y nunca nos habían cobrado, ni en la iglesia ni nada, pero ahora presidencia nos cobra nomás por los ocho días que nos dejaron poner, somos aquí pura familias: sobrinas, hermanas, nietas, somos pura familia por eso entre nosotras nos apoyamos, porque ya nos robaron y no nos mandaron unidad ni nada”.
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