“Anda, asómate, que no se vaya a ir el de la pipa y no nos deje...”, anima la señora Teresa Acosta a su nuera, para que persiga al conductor del vehículo. Es una unidad privada de agua potable y transita en la colonia Jardines del Tepeyac, aquí en Ecatepec, Estado de México.
Por su edad, ella no puede caminar bien. Anda con bastón. Y aun así, a veces tiene que salir a buscar al proveedor de agua, “a ver si nos venden unos tambitos, cuando menos”. Enojada, doña Teresa platica que desde enero pagó su recibo, pero no le llega el líquido: “Tenemos que lavar, que ocupar el baño, y no hay”.
Escenas como ésta se viven frecuentemente en 530 de las 542 colonias de Ecatepec.
En este municipio mexiquense, el más poblado de México, donde viven 1.6 millones de habitantes, la escasez afecta a 97 por ciento de las colonias, y eso ha provocado que surja un mercado negro de aproximadamente 600 pipas particulares que recorren calles y avenidas revendiendo agua que traen de otros ayuntamientos, porque aquí, se quejan los pobladores, hay días en que si uno abre la llave no cae ni gota.
Las fugas y otras deficiencias de la red hidráulica que el gobierno municipal no reparó en años han provocado que cada día se pierdan hasta 125 millones de litros de agua. Ese desperdicio del líquido que no llega a las casas, equivale a 2 mil 777 pipas, de acuerdo con diagnósticos oficiales.
Y no es que las autoridades carezcan de dinero para atender el problema. Lo que pasa es que, durante años, el presupuesto que se les asignaba para crear y mejorar infraestructura… simplemente no se utilizó.
Una revisión hecha por MILENIO al uso que dio el Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Ecatepec (Sapase) a su presupuesto en los últimos 11 años revela que uno de cada dos pesos que se le destinaron para mantenimiento o construcción de tuberías, pozos y líneas de distribución de agua, no se usó. Así, la red hidráulica envejeció y el agua dejó de llegar a las casas.
La escasez provocó un prolífico “mercado negro” de pipas privadas que generan ganancias al día por 2.7 millones de pesos, según cálculos de las autoridades municipales, quienes afirman que no pueden evitar la circulación de estos vehículos, pues la reventa de agua no es ilegal, aunque admiten que es inmoral, porque se aprovechan de la necesidad al fijar ellos sus propios precios.
“Ellos venden cada pipa en mil 500 pesos. Si esas 600 unidades hacen tres viajes al día y lo multiplicamos, nos damos cuenta de que es una cantidad sumamente alta la que genera ese mercado negro”, dice el actual director de Sapase, Juan Herrera.
El desabasto se ha convertido, también, en un problema social. Tan solo en 2018 se registraron al menos 16 bloqueos de vialidades y manifestaciones de protesta de los vecinos de Ecatepec para reclamar por la falta de agua.
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MILENIO revisó las cifras de las auditorías practicadas al ayuntamiento de Ecatepec desde 2007 y hasta 2018, realizadas por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de México (Osfem). En éstas se detectaron subejercicios en el presupuesto para obra pública que ha recibido Sapase.
Sin que las auditorías especifiquen si esos recursos fueron desviados o no, el Osfem encontró que, en esos 11 años, Sapase desaprovechó más de 280 millones de pesos, es decir, 50.74 por ciento de los 551 millones que se le destinaron para invertir en infraestructura hidráulica.
Adicionalmente, a pesar de que más de 271 millones de pesos fueron reportados como ejercidos en obras públicas, esa inversión no se refleja en la realidad, según Juan Herrera, director de Sapase, quien explica que en enero, a la llegada de la nueva administración, la primera de Morena después de nueve años consecutivos de priismo, se encontraron al menos 22 de 85 pozos de extracción desmantelados.
“Nos dejaron instalaciones así, sin ningún reporte, tenemos que investigar qué es lo que se necesita”, platica Orlando Segura, encargado de Pozos de Sapase.
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Desde 2015, en el Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Ecatepec, se advertía que las malas condiciones de la infraestructura hidráulica ocasionaron que más de 45 mil millones de litros de agua se pierdan cada año —125 millones de litros al día— en fugas, tomas clandestinas, y errores de micro medición.
Esa cantidad equivale a 34.43 por ciento del agua de uso doméstico que se consume anualmente en el municipio, el cual, según cifras del Inegi al 2015, tiene más habitantes que los estados de Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Colima, Nayarit, Quintana Roo, Tlaxcala o Zacatecas.
El documento detallaba que, en ese entonces, el diagnóstico de los pozos de extracción de agua era malo en general: solo 9.46 por ciento estaba en buenas condiciones; que la presión para distribuir el agua era baja, por lo que 97.84 por ciento del territorio municipal, 530 de 542 colonias, se encuentra afectado por pérdidas o falta de agua, y que solo 14.29 por ciento de las tuberías está en buen estado.
Un caso inaudito fue el de la fuga de la colonia Las Vegas Xalostoc. La reparó el nuevo gobierno en enero pasado, pero había sido reportada… ¡hace nueve años! Por ahí se escapaban cada segundo mil 200 litros provenientes del Sistema Cutzamala.
De acuerdo con el Plan Municipal de Desarrollo Urbano, la ubicación del ayuntamiento complica el mantenimiento de la red, pues al estar asentado en la zona salitrosa y lacustre del ex lago de Texcoco, que se hunde poco a poco, presenta constantes fracturas de las tuberías, que derivan en cientos de fugas.
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En los presupuestos de siete de los 11 años revisados por MILENIO, la cifra de recursos usados para construir obra pública sufrió descensos considerables en comparación con lo aplicado en el año inmediato anterior. Además, en 10 de los 11 años, hubo subejercicio.
Por ejemplo, en 2007, el primer año del gobierno del perredista José Luis Gutiérrez Cureño, y desde que se tiene registro, de los 40.3 millones de pesos destinados para inversión pública, solo se ejercieron 4.06 millones. Es decir, se aplicó poco más de 10 por ciento y hubo un subejercicio de más de 36 millones de pesos.
Esos 4.06 millones de pesos que supuestamente se usaron en 2007 representan 76.2 por ciento menos de lo que se utilizó en 2006, cuando se ejercieron 17 millones 36 mil pesos.
Para 2018, último año de la gestión del priista Indalecio Ríos, se destinaron 102.8 millones de pesos, el monto más alto desde 2007, y solo se ejercieron 14.9 millones de pesos: 87.9 por ciento menos de lo disponible, y 79 por ciento menos de lo ejercido en 2017, cuando se usaron 71.5 millones de pesos.
El peor año en inversión pública del Sapase fue 2010, el primero de Eruviel Ávila como gobernador, cuando se le destinaron 25.7 millones de pesos y solo se ejerció un millón, es decir, se desaprovechó 95.8 por ciento de lo que tenía disponible para trabajar.
En 2018, por primera vez en 11 años, el Osfem realizó una auditoría al desempeño de Sapase y reportó que el reparto de agua en pipas ha sido la prioridad para Sapase, “en lugar de enfocarse en la reparación del equipo hidráulico en pozos y tanques para que el suministro se realice directamente a las casas de los beneficiarios”.
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No solo los recursos locales fueron mal aplicados o no fueron utilizados por el municipio, sino también los federales: por ejemplo, en 2012, Ecatepec recibió 130 millones de pesos de la Federación a través del Fondo para la Infraestructura Social Municipal, los cuales se gastaron en diversos proyectos —algunos no autorizados—, pero ninguno relacionado con infraestructura para agua potable; además, se reportó un subejercicio de 17 millones 153 mil pesos.
En la revisión a la Cuenta Pública 2015, la Auditoría Superior de la Federación advirtió que el municipio pudo haber incurrido en un probable daño patrimonial por 30 millones 651 mil pesos por haber pagado con recursos federales tres obras de infraestructura hidráulica, que al momento de la revisión estaban abandonadas sin haberse concluido.
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Junto a una excavación en la colonia México Prehispánico, en donde Sapase realiza reparaciones, Omar Rosendo, vecino de la zona, resume e ironiza el problema: “Tenemos agua dos veces a la semana; mientras no haya agua, no hay fuga”.
Y señala: “De aquel lado sale limpia, pero aquí hay una coladera que está rota, entonces se mezcla lo que es el líquido del drenaje, del alcantarillado, con la que está limpia. Mira, esa ya está contaminada”, señala al agua putrefacta.
Así es la vida en Ecatepec.
Y ADEMÁS
SUSPENDEN CONTINGENCIA
La Comisión Ambiental de la Megalópolis informó que se levantó la fase 1 de contingencia ambiental por ozono. El sistema de alta presión que provocó la acumulación de los contaminantes perdió intensidad y se desplazó hacia el oriente del país, permitiendo por la tarde mayor dispersión y formación de nubosidad. Se espera que este día haya condiciones meteorológicas favorables y una mayor intensidad del viento.
ESTANCAMIENTO AMBIENTAL
Claudia Sheinbaum dijo que en su administración no habrá ocurrencias, por lo que como científica y jefa de Gobierno impulsará un programa integral que se expondrá a la población para concientizarla y que haya una mejor calidad del aire en CdMx. “En los últimos seis años hubo un estancamiento y no podemos seguir así. Convocaremos a científicos de primer nivel, nacionales e internacionales, para que elaboren un plan para disminuir las concentraciones de contaminantes”.