El gusto por la lectura, los viajes, la cultura China y hasta fumar puro se refleja en más de un detalle que se encuentra en su oficina. Eduardo Olmos Castro con 55 años, es actualmente diputado local por Coahuila y Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, asegura que de no haberse involucrado en la política seguramente sería catedrático, sociólogo, escritor o diplomático.
Es padre de dos jóvenes quienes viven fuera de México y a quienes visita cada que tiene oportunidad. Uno de sus hijos Eduardo tiene 27 años, estudió actuación en Nueva York y Alejandro es estudiante de Medicina también en Estados Unidos y la semana siguiente cumplirá 24 años.
¿Lugar de nacimiento?
Mi mamá es de Sinaloa y mi papá es de Lerdo, Durango y yo nací en Ciudad Obregón, Sonora, llegamos a Torreón cuando tenía poco más de un año de edad, por tanto los recuerdos de mi infancia comienzan en La Laguna.
Nos trasladamos aquí luego de que mis padres, quienes administraban la cafetería del hospital donde nací por cierto, no les resultó un buen negocio, por ello quisieron probar suerte en la tierra de uno de ellos y comenzó mi padre aquí con la renta de una gasolinera y luego se asocia con un hermano de él y adquieren otra gasolinera, de ahí crean una empresa familiar de carácter nacional ya que se extendieron además de Coahuila, a Durango, Zacatecas y en la Ciudad de México que ha significado muchos años de trabajo.
¿En tu familia, el hermano mayor, menor o qué lugar ocupas?
Soy el mayor de seis hermanos, Jairo y Víctor Hugo son los que me siguen y tengo otros tres medios hermanos Mónica, Carlos Eduardo y Cristian Alejandro.
¿Dónde cursas tus estudios?
Curso mis estudios de primaria, secundaria y preparatoria en Torreón en la escuela Carlos Pereyra y mi generación fue muy política. Estuvimos en el mismo grado Marcelo Torres, Nacho Corona, Fernando Izaguirre, también Miguel Algara y en otros salones o grados pero convivimos Dulce Pereda, Luis Gurza, Román Alberto Cepeda.
Fue una generación que tuvo muchos talentos, no necesariamente todos se dedicaron a la política, otros se convirtieron en empresarios, profesionistas exitosos.
Es curioso que, amigos o compañeros que convivimos en el mismo salón, años después con distintas plataformas ideológicas participábamos en contiendas electorales. Luego, entre secundaria y preparatoria tuve la oportunidad de cursar el idioma inglés un año en Estados Unidos y la carrera de Administración Financiera en Portland, Oregón en donde también me involucré en la política estudiantil, fui Presidente de la Asociación de Estudiantes Hispanos y participé en manifestaciones.
Además alumno de la Universidad Autónoma de Coahuila mientras ocupaba cargos públicos ¿verdad?
Ya siendo adulto me embarco en un anhelo muy personal, de ingresar a la Facultad de Ciencias Políticas, en donde estudié Comunicación. Lo hice siendo diputado y siendo Alcalde, de hecho quería ingresar a Sociología pero el plan de estudios era anual no semestral por lo que no era compatible a mis necesidades en lo que al tiempo se refiere.
Fue una gran experiencia para mí. Tuve la oportunidad de convivir con estudiantes jóvenes que no tienen filtro, francos entre los 18 y 20 años, yo con 40, sin embargo, la relación siempre fue de un profundo respeto.
Ingresé con mucha preocupación de que se percibiera como una acción publicitaria, platiqué con mis compañeros y la relación fue buena con todos. Incluso organizamos algunas reuniones en mi casa en donde el único requisito era que no existiera alcohol. Definitivamente fue una experiencia muy padre.
¿Aficiones?
Tengo varias. La lectura, el café y el té chino. He viajado por el mundo buscando la taza perfecta, me considero un gran aficionado del café. Tomé la Ruta del Café en Chiapas en donde incluso el turista puede dormir en cafetales, me gusta probarlo del lugar donde viajo.
He probado los de Asia, Colombia y Vietnam, pero definitivamente mi favorito es el de Chiapas. También me gusta mucho el té chino, está muy ligado a la cultura y filosofía de ese país.
El que más me gusta es el verde que se llama Long Jing, que quiere decir “cola de dragón”. Intercambio incluso artículos de este tema con amigos.
¿Buen cocinero?
Sí salgo de apuros. No soy un chef, pero he tratado de aprender. He tenido etapas en las que he vivido solo, soy muy tragón y como no hay receta que carezca de tutorial en YouTube me pongo a cocinar, mi mamá me ha compartido algunas recetas.
La ensalada César me sale muy bien, compré un equipo para hacer enchiladas y me gusta preferentemente la comida mexicana. Para que veas que clavado soy con la cocina viajé a Tabasco para conocer un restaurante de comida mexicana que se llama Chontal clasificado como de los mejores del mundo, conocí de él a través de un artículo y cuando tuve la oportunidad de viajar en unas vacaciones fui a visitarlo, es una comida fuera de serie. Soy también gran fanático de la comida China y de la India.
De no haberse involucrado en la política, ¿a qué se hubiera dedicado?
Seguramente sería catedrático, sociólogo, escritor o diplomático.
¿Y en qué momento incursiona a la política aquí en su lugar de origen?
En 1991, el entonces candidato a la alcaldía por Torreón, Carlos Román Cepeda, quien era muy amigo de mi papá, me invita a participar en su campaña política pegando publicidad en paredes y postes y comencé así mi carrera política.
EGO