La búsqueda de mayor seguridad en el Municipio de Mazatlán, Sinaloa, llevó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a implementar nuevas medidas.
A través de un comunicado oficial emitido por las Comandancias de la III Región Militar y la 9a. Zona Militar, se ha dado a conocer la llegada de 300 efectivos combinados del Ejército mexicano y la Guardia Nacional a la región.
La Sedena asegura que la maniobra está directamente alineada con los objetivos del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024. La cooperación con la Fiscalía General de la República (FGR), la Policía Estatal y Municipal, es la pieza clave en la estrategia para reforzar la seguridad en el área.
El despliegue captó la atención, ya que se produce apenas dos días después de un ataque en carretera que cobró la vida del líder del Cártel de Sinaloa en Colima, conocido como el R-18.
Coincidencia temporal
Jorge Raúl Rosales Cristerna, R-18, falleció en un enfrentamiento que involucró a dos presuntos escoltas.
Aunque la coincidencia temporal entre el despliegue y el atentado ha generado interrogantes, las autoridades militares han sido cautelosas al no establecer una vinculación directa entre los dos eventos.
Tanto el Ejército como la Guardia Nacional han reiterado su compromiso con la seguridad pública, asegurando que todas las acciones se llevarán a cabo de acuerdo con la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, en un respeto total a los Derechos Humanos.
VJHM