Deforestación, invasión territorial, cambio climático, calentamiento global y cambio de uso de suelos son las cosas que han ocasionado que enormes cantidades de lodo lleguen a la laguna de Zapotlán el Grande, ubicada en Ciudad Guzmán, Jalisco, la cual ha afectado ya más de 500 hectáreas de tierras agrícolas.
Desde hace más de 10 años, el incremento de los niveles de agua ha sido de consideración, ya que anteriormente el lago tenía una superficie aproximada a las mil 200 hectáreas y ahora son cerca de mil 600 hectáreas de agua lo que ha aumentado por las lluvias registradas en los últimos dos años.
Agustín Moreno, Productor y Ganadero afectado habla al respecto: “Yo calculo que hemos de tener como unas 480 o 500 hectáreas lo que se está comiendo el vaso de la laguna..
—¿Estas tierras son productivas ya o ya no?—.
“Ya no, porque están inundadas, ¿por qué? Porque no es tanta el agua, sino lo que se ha rellenado la laguna ha ido botando el agua hacia los extremos, hacia afuera y el problema de que, pues, si se sigue rellenando en una forma espantosa como está pues va a seguir el agua hacia afuera”.
Aseguran que, de no detener esta situación, en poco tiempo el agua de la laguna no tardará mucho en llegar a la zona poblada de Ciudad Guzmán, lo que implicaría un problema más serio.
El lago de Zapotlán el Grande, es un sitio Ramsar, humedal de importancia internacional, y para su cuidado existe una comisión de cuenca y en ella se encuentran instituciones de tipo federal, estatal y municipales además de organizaciones de productores de la zona por lo cual una de las prioridades ha sido el control de la maleza acuática.
El lago tiene dos distintivos y trabajan gobierno y sociedad para mantenerlo vivo, así lo explica J. Guadalupe Michel, Director del Centro de Investigación del Lago de Zapotlán y Cuencas de la UdeG:
“Lo que más hemos observado es que estos humedales se van perdiendo significativamente y lo podemos referenciar con Chapala, pero el caso de aquí de Zapotlán es un lago que por eso tiene dos distinciones de tipo internacional la de Ramsar y de Living Lake porque se han hecho muchas acciones conjuntando voluntades para tratar de mantener la vida del lago y de esa vida del lago depende la biodiversidad y de esa biodiversidad dependemos nosotros”.
Preocupados por el incremento de los niveles, productores afectados decidieron tomar acciones para evitar que los lodos sigan azolvando la cuenca, explica Agustín Moreno:
“El lago nos ha servido mucho porque hemos hecho recargas para nuestros pozos y la recarga hídrica pues anteriormente en el 2016-17, nuestros niveles se fueron bajando rotundamente a tal grado que empecé yo a perforar más hondo porque los pozos que teníamos alrededor eran pozos de 200 e hice otro de 300 y el último que terminé de hacer fue de 400 metros, pero vi que por ahí nomás, eran sacar aguas más fósiles, más profundas”.
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Fue así como en conjunto con algunas empresas de berries de la región comenzaron a construir cárcavas las cuales consideran que han tenido éxito porque las recargas hídricas de los pozos han aumentado y ahora pueden encontrar un espejo de agua alrededor de los cien metros de profundidad.
“La semana pasada los medimos y el más profundo estaba en los 205, pero esto ha sido para mí un éxito de que lo que es un problema en una cuenca cerrada si lo sabemos manejar esto tendrá un éxito rotundo”.
Especialistas y ambientalistas consideran que el valle de Zapotlán se encuentra en una zona privilegiada debido a la altitud en donde se encuentra ya que está en el eje neovolcánico.
Desde hace más de 10 años, el cultivo en la zona sur de Jalisco ha cambiado de manera considerable, ya que ahora los productores prefieren invertir en la plantación de aguacate, berries o agave en lugar de maíz.
La laguna de Zapotlán fue escenario de los Juegos Panamericanos en el año 2011 y para ello se construyó un malecón con torres de jueces las cuales terminaron debajo del agua, hoy en día se volvió a construir otro malecón por parte del gobierno de Jalisco.
EHR