Alumnos, maestros e investigadores de la Facultad de Ciencias que utilizan la bicicleta como medio de transporte aceptaron el reto de trasladarse durante 22 días sin gasolina desde sus domicilios hasta su escuela ubicada en la Ciudad Universitaria.
El reto #22DíasSinGasolina fue lanzado por la asociación civil Bicitekas, como respuesta a los problemas de movilidad que enfrentan las ciudades mexicanas y al llamado “gasolinazo” de enero pasado.
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El reto comenzará el 19 de abril y concluirá el 11 de mayo y busca que el aumento en los precios de la gasolina no se traduzca en una amenaza a miles de jóvenes que podrían verse forzados a abandonar sus estudios, por el alto gasto en transporte público.
Se pidió a las autoridades universitarias y de la ciudad brindar todas las facilidades, como equipamiento, infraestructura y acompañamiento para invitar y estimular a la comunidad universitaria para trasladarse en bicicleta sin quemar gasolina durante 22 días.
Mireya Ímaz, coordinadora del Programa Universitario de Estrategias para la Sustentabilidad, por los académicos, y Daniela Abigaíl Guzmán Ramírez y Carlos Alberto Herrera Becerril, por los estudiantes, aceptaron el desafío.
La UNAM ya cuenta con un sistema de préstamo de bicicletas gratuitas en su campus desde 2005, mientras que la Facultad de Ciencias tiene una matrícula de 14 mil estudiantes, una ciclovía dedicada y un biciestacionamiento con vigilancia.
El reto implica la medición de cuánto bióxido de carbono (CO2) dejarán de generar los estudiantes y académicos, para lo cual se les pide registrar sus trayectos en la aplicación para teléfonos móviles Biko, que permite dar seguimiento a los trayectos, sin necesidad de consumir datos.
“Ciencias tiene un potencial enorme para ahorrar CO2 y producir viajes en bici, además las universidades como brújula de la sociedad, como espacios privilegiados de pensamiento y reflexión crítica, son las instituciones que moldean el futuro”, dicen los Bicitekas en su reto.
Entrevistado por Primer Movimiento de Radio UNAM, Alberto Herrera contó que empezó a utilizar la bici como medio de transporte desde que iba a la preparatoria.
“Cuando empecé vivía a 8 kilómetros de la escuela y hacía más de hora y media de viaje en el pesero hasta que un día se me ocurrió irme en bici y me di cuenta que me hacía solo media hora”.
Daniela Guzmán contó: “Mi mamá y mi papá estaban muy asustados al principio, pero se convencieron porque nunca salía sola al principio”.
Otras universidades también recibirán este reto en los estados, una de ellas es la Universidad Autónoma de Chihuahua, para que se sume a la convocatoria que busca impactar en la movilidad y sumar a las universidades contra el cambio climático.
MSP