Miguel Ángel Carrasco Echeverría, de 8 años de edad, obtuvo las fuerzas para para vencer el miedo y no llorar cuando le aplicaron la vacuna contra covid-19, portando el traje y máscara de Psycho Clown, su luchador favorito, en su natal Tuxtepec, Oaxaca.
Su madre, Géminis Echeverría, compartió el momento a través de redes sociales con un vídeo donde se observa a Miguel Ángel, ataviado de pies a cabeza como el luchador profesional de la triple AAA: sus botas, traje multicolor negro, azul y rojo, con estrellas doradas y su máscara con base en color blanco, detalles en los pómulos azul con negro, el llamativo mechón azul celeste y la lengua por fuera.
Como todo un rudo, Miguel Ángel aguantó firme el difícil momento de ver a la enfermera abrir la envoltura de la jeringa nueva y sostener del frasco de la vacuna de Pfizer que contenía el líquido que se le inyectó.
Aunque cerró los ojos en el momento de mayor nerviosismo, que es cuando la enfermera le aplicó alcohol en el brazo para desinfectar el área de la aplicación, finalmente Miguelito Pycho Clown salió victorioso de la batalla, pues no derramó una sola lágrima al momento de la inyección, en los cuatro segundos más largos de su corta vida. Y tras dejar el lona al miedo, él celebró al abrir los ojos y demostrar su fuerza a los demás niños que estaban en fila en la Casa de la Cultura "Víctor Bravo Ahuja" en Tuxtepec, Oaxaca.
Y fue así como valió la pena una larga espera de hasta cuatro horas y una fila interminable de 400 metros, a lo largo de toda una manzana, bajo un sol incesante y una temperatura de 40 grados Celsius, todo para vencer el peor de los miedos de un niño, vacunarse.
Desde la madrugada esperan la vacuna
Miguel Ángel fue uno de los cientos niños que desde las 4:00 y hasta las 17:00 horas llegaron acompañados de sus padres o de sus abuelos e hicieron largas filas de hasta cuatro horas para poder recibir la inoculación. Todos tuvieron que soportar temperaturas de hasta 40 grados Celsius, en un recorrido desde el último lugar y hasta la puerta de entrada, de 400 metros.
En esta primera sede para niños de 5 a 11 años, la fila le daba la vuelta a la manzana; ahí llegaron niños provenientes de todas las colonias y comunidades de Tuxtepec, Oaxaca, pero también de varios municipios vecinos de Veracruz.
En la segunda sede, el centro de salud de Loma Alta, la aplicación correspondió a los adolescentes de 12 a 17 años; ahí también la fila se hacía interminable, y recorría varios andadores de las colonias El Bosque y Nueva Era.
Quienes aprovecharon la larga espera y a quienes les fue bien por las altas temperaturas fueron los vendedores de aguas frescas, refrescos, nieves, raspados y también a los volovaneros, pues no había estómago que aguantara tanto tiempo sin comer o sin tomar agua.
Para la Cuenca del Papaloapan, Oaxaca, sólo queda un día de aplicación y será este jueves de 8:00 a las 17:00 horas, por lo que se espera una gran afluencia de niños, quienes, por cierto, han llegado con ropa escolar, deportiva, de sus luchadores o súper héroes favoritos.
DMZ