Caminar sobre la calle 6 Norte y la Privada de la Tercera Central de la ciudad de Puebla es atravesar un umbral al pasado. En este punto se localiza el Parque de los Enamorados, zona donde se diseñó el primer fraccionamiento que se instauró en la Angelópolis: San Francisco.
Los vecinos del jardín narran que hace muchos años en ese sitio había unas bancas en forma de “S”, las cuales permitían que dos personas se pudieran sentar en lados opuestos, pero con la vista de frente, hecho que era muy cómodo para los “enamorados”, de ahí el nombre.
También se dice que fue de uno de los primeros parques diseñados bajo los supuestos higienistas de ciudad que provienen del ideal europeo; por ello, está en alto y tiene una arquitectura específica de su época, repentina horizontal donde se intervino y se aprovechó la vegetación y los usos del espacio.
En este sitio, que se estima se edificó a la par del fraccionamiento, los vecinos aseguran que hubo un espejo de agua donde se podían apreciar aves, en especial, patos. Asimismo, cada uno de sus espacios genera una atmósfera propia y se conservan elementos art déco, muy importantes en la zona, además de que se jerarquiza la Pérgola del parque.
Sobre este último elemento se desconoce cuándo fue incorporado al parque, pero generó que a finales de los años 90 se le llamara también como el Parque de la Pérgola. Cabe señalar que una pérgola es un elemento arquitectónico longevo cuyo origen data incluso hasta antes de la Edad Media, está conformado por un corredor de columnas verticales que soportan vigas longitudinales.
La pérgola es un elemento arquitectónico y estructural, conformado por un corredor flanqueado por columnas verticales (denominadas pilares) que soportan vigas longitudinales (durmientes) que unen las columnas de cada lado, y otras transversales apoyadas en las anteriores (cabios) a una altura igual o superior uniendo ambos lados y que conforman un enrejado abierto, donde usualmente se desarrollan plantas trepadoras.
Este parque está cercado por los barrios de San José, San Francisco y Xanenetla. En alguna época, a mediados de la década de los 50, fue llamado como la rotonda, ya que ahí se instaló un sitio de taxis que con el tiempo desapareció.
La cantidad de nombres que ha recibido el parque son innumerables: en 2012, con la develación de la escultura Campana María, del artista Miguel López Artasánchez, un destacado escultor quien también diseñó la escultura Tlahuicole, en Tlaxcala, fue nombrado Parque Fundación Amparo. Además de la colocación de esa escultura, se le añadió un gimnasio al aire libre y diez juegos infantiles. También posee una banca para leer el periódico, los juegos infantiles, las salas al aire libre, el principio o fin de un amor al subir o descender de sus escaleras, y su pérgola: esa fuerte y resistente pérgola. Sin embargo, en diciembre de 2019, el Cabildo determinó nombrarlo Emiliano Zapata Salazar para conmemorar al caudillo.
Este parque, cuya dirección oficial es 6 Norte 1408, está rodeado de casas estilo neocolonial californiano, que en los años 40 surgió como una nueva propuesta arquitectónica, que rescataba mucho los elementos verticales, los torreones y las esquinas semicirculares. Estos inmuebles van de lo clásico a lo ecléctico, con amplios interiores y fachadas con tejas
Frente al parque hay una casa con influencia morisca, la cual fue construida en la década de los 30 del siglo XX, en la calle 6 Norte 1401, a la cual se le conoce como la Alhambra, como se aprecia en una placa que se encuentra en su fachada.
En esta residencia se emplearon elementos de la arquitectura musulmana: arcos trilobulados, ventanas ajimezadas, merlones, cúpulas peraltadas, revestidas de azulejo, galería compuesta por una arquería de arcos de herradura soportados por capiteles cúbicos y empleo de azulejos.
Con el fin de darle un ambiente semejante al del palacio de Alhambra de Granada, casi toda la casa se rodeó con jardines en los que se aprecian cipreses y palmeras. Además de sus añosos árboles, la pérgola y la escultura de la campana, es común ver en sus bancas a muchas parejas sentados en las bancas mientras toman el sol o transitan por el pasillo central tomados de la mano.
Por último, en dicho pasillo se colocó la Senda de la Mujer, una serie de pisadas que hacían alusión a mujeres destacadas de la entidad, misma que ya desapareció.
AFM