Miles de laguneros pudieron seguir desde sus hogares la Solemne Vigilia Pascual del Sábado Santo, oficiada en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen por el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán.
Ante la contingencia por covid-19, se desarrolló a puerta cerrada una de las ceremonias más importantes del catolicismo, al celebrarse el Sábado de Gloria con la Resurrección de Jesús y el triunfo de la luz contra las penumbras, en una transmisión en vivo en televisión abierta y por Facebook.
La misa inició en punto de las 21:00 horas y se extendió hasta minutos antes de las 11 de la noche en la que se leyeron textos sagrados tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo, dentro de los cuatro momentos de la noche como lo fueron el encendido de luz del cirio Pascual, la palabra de Dios, la Liturgia bautismal y la eucaristía.
Del libro del génesis se empezó a escuchar como la primera de las tres lecturas del Antiguo Testamento, donde se cuenta cómo Dios creó al universo y al mundo en tan solo seis días y se tomó uno más para descansar.
Luego se dio lectura al Libro del Éxodo con la historia de Moisés que abre el mar para pasar bajo órdenes de Dios para defender a los israelitas de los egipcios, a los cuales les deja caer el agua para terminar con ellos. Prosiguió la lectura del Profeta Isaías y tres salmos.
A la hora de leer el Santo Evangelio según San Mateo, se recordó el momento en que María, María Magdalena fueron al sepulcro de Jesús se encontraron con un ángel que les indicó que el cuerpo ya no estaba donde lo habían dejado, que había resucitado y que debía saberse en todo el mundo.
En la explicación del evangelio, el obispo Barraza Beltrán se enfocó a contrastar el acto de la desaparición del cuerpo de Cristo de su sepulcro, con la fe que mantiene esta creencia al paso de los años.
“Si Cristo no ha resucitado, en vano sería nuestra fe. Salgan a decir a los cuatro vientos que Cristo ha resucitado y que cada uno de los creyentes es una prueba porque siente al espíritu dar testimonio de ello en su corazón”.
“Pocos son los que han comprobado que sus papás, son realmente sus papás, sin embargo lo aceptamos ciegamente. No seamos injustos, no le apliquemos a la fe criterios que no le pedimos a tanto conocimiento que manejamos sin que nos conste de primera mano. Peleamos cosas que conocemos de oídas solamente, en estos tiempos somos expertos en el tema de moda sin haber verificado”, fueron algunas de las palabras del obispo.
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