Esta tarde, familiares de las nueve personas asesinadas en Pochahuizco, municipio de Zitlala, Guerrero, acudieron a reclamar los cuerpos y aseguraron que las víctimas eran empleados de la trituradora de grava en la que se les atacó y que no pertenecían al grupo delictivo Los Rojos.
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Anoche autoridades del estado confirmaron el hallazgo de nueve cadáveres en el punto conocido como La Quebradora.
Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) localizó más de 50 cartuchos percutidos de rifles de asalto AK-47 y AR-15.
Hoy los nueve cadáveres fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Chilpancingo.
Hasta las 16:00 horas se pudo confirmar que de los nueve cuerpos, cinco ya habían pasado todo el proceso de la necropsia, identificación y habían sido entregados a sus familiares.
“Estamos saturados de trabajo, ni siquiera hemos dormido”, indicaban los trabajadores del forense a las familias.
Temerosos, los familiares, manifestaron que sus seres queridos trabajaban como empleados de la trituradora de grava en donde se les encontró, negaron que fueran pistoleros al servicio de alguna organización delictiva.
Aseguraron que las víctimas eran personas que vivían en condiciones de pobreza, uno radicaba en la cabecera municipal Zitlala, otro en Pochahuizco, había dos más de El Terrero, otro de Nejapa, municipio de Chilapa, al menos tres de la cabecera y uno más de Tixtla.
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