Al interior de la XXV Zona Militar se encuentra el Noveno Regimiento Blindado de Reconocimiento y Escuela Militar de Blindaje, punto académico donde cada día se forman nuevos militares dispuestos a proteger a la nación. Llevar al límite sus capacidades físicas, mentales, motrices y de comunicación, los jóvenes estudiantes se forjan como combatientes mexicanos llenos de gallardía, valentía, vocación y patriotismo.
Una vez inmersos en la XXV Zona Militar, ubicada en Puebla, el camino a través de las instalaciones militares anuncia la cercanía con el Noveno Regimiento Blindado de Reconocimiento y Escuela Militar, el cual está rodeado de diferentes vehículos de guerra blindados pero que están fuera de servicio, sin embargo, lucen imponentes.
Las unidades son un preludio de lo que se puede hallar en dicha institución, que además es identificada con la imagen de un rinoceronte gris, emblemático por su poderío y fortaleza.
Un amplio plantel dotado de instalaciones de alta calidad y con detalles alusivos al poderío del blindaje militar están escondidos en el instituto y son el marco perfecto para conocer un poco de la gran tarea y desarrollo de los cadetes que allí se forman, con el fin de atender el llamado del país en momentos de crisis.
El coronel del Arma Blindada Diplomado del Estado Mayor, Omar González Zamora, detalló para MILENIO Puebla parte de las actividades de formación que se imparten en el interior de esta academia.
La Academia de Blindaje en la XXV Zona Militar, en la ciudad de Puebla, ha formado a tres jefes, 282 oficiales, 868 subtenientes, 69 cadetes, 734 sargentos primeros y 3 mil 95 sargentos segundos del arma blindada desde su fundación en 1996.
Este medio fue testigo de un ejercicio militar que integra el adiestramiento de segundo y primer nivel en habilidades orgánicas. Con una representación a nivel escuadrón se pusieron en función a 74 elementos humanos, 11 vehículos blindados y cuatro no blindados, los cuales se convirtieron en un equipo de gran nivel.
El simulacro constaba desde la planeación, ordenación, acercamiento y ataque frontal al enemigo, entre otras habilidades que se mostraron en el campo de batalla pedagógico.
Justamente en este tipo de escenarios a campo abierto cada uno de los discentes deben demostrar su formación de manera eficaz para trabajar en favor de la nación.
Cabe mencionar que las unidades blindadas del Ejército Mexicano se ubican alrededor del corazón del país, no obstante, siempre están listas para partir hacia lo largo o ancho de México para salvaguardar la integridad y seguridad de las y los mexicanos, ya sean vehículos de pasajeros, tanques militares de última generación y fusiles.
“El hecho de ser comandante y director de esta unidad escuela es para mí un honor, un orgullo y una gran responsabilidad, porque aquí se forman los soldados del Arma Blindada del Ejército Mexicano, soldados que se despliegan en sus unidades y esa responsabilidad implica que tengamos que proponernos alcanzar metas muy importantes que se merece este mismo personal y que exige esta misma unidad escuela”, finalizó el comandante.
CHM