Con un perfil eminentemente mediático, surgido de la televisión y protagonista de “escándalos”, la figura de Roberto Palazuelos, precandidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Quintana Roo, se asemeja a la del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Y así como al político republicano en el país vecino, el empresario y actor mexicano, nacido en Acapulco en 1967, divide opiniones entre los ciudadanos de esa entidad, donde en meses recientes, su rostro apareció repetidamente en anuncios espectaculares, como la imagen principal de un tequila.
Es tan polémico, que algunos empresarios de Playa del Carmen y de Tulum, se negaron a comentar a MILENIO para la elaboración de este perfil, pues consideraron que tiene una personalidad “explosiva”. Otros comentaron que es un personaje difícil, pues “se le conoce como despojador”; “es difícil hablar de él”, dijeron.
El actor de telenovelas y de reality shows, amigo de hijos de ex presidentes, en Quintana Roo, Palazuelos Badeaux ha creado la mayoría de sus nueve empresas que hoy aparecen en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, en algunas de las cuales, su principal socia ha sido su ex esposa Yadira Garza.
Las principales actividades de sus nueve empresas son el comercio, los servicios y la compra-venta de bienes inmuebles. Las nueve empresas registradas con él como socio son Ahau Eco Garden, Experiencias Diamante VIP, Grupo Tigrito Caribeño, NA Glass, No todo lo que brilla es oro, Operadora 2 Papatzulis, Roberto Cuarto y Quinto de Tulum, Tours Pakal Balam y Unión Zamatica.
Su carrera en Derecho, a sus 40 años, fue resultado, según él, de su enfrentamiento con el entonces presidente Felipe Calderón, cuyo gobierno pretendió expropiar los terrenos de Tulum en donde se ubica uno de sus hoteles.
Después de los más recientes escándalos que ha vivido por declaraciones de su pasado, este sábado, Movimiento Ciudadano decidirá si lo ratifica como su candidato a la gubernatura de un estado que vive del turismo, pero con graves problemas de corrupción y desigualdad.
Darle el espaldarazo, significará, para algunos, que ese partido solo pretende darle un uso político a la fama construida como producto publicitario.
Cynthia Dehesa, directora de la organización Ciudadanos por la Transparencia, asegura que entre la sociedad civil organizada preocupa que el tema aspiracional que él fomenta pueda ser una forma de arraigarse entre los ciudadanos de la entidad.
“Compras productos porque son aspiracionales, actuamos mucho en torno a lo que creemos que podemos llegar a ser, aunque no sea cierto, entonces es un riesgo grandísimo”, dijo.
Es Dehesa Guzmán la que lo define como el Trump de Quintana Roo: “tiene popularidad a través del escándalo y ahora que pretende lanzarse como candidato se le ha dado demasiada visibilidad y está teniendo este efecto tipo Trump por las cosas tan shockeantes de lo que ha declarado en medios”.
La especialista en anticorrupción lamenta “la forma en que se expresa, que no tiene nada que ver con el tipo de políticos a los que ni estamos acostumbrados ni quisiéramos tener, pero que le genera tanta popularidad”.
Explica que el perfil “está logrando presencia a través de este shock, a través de este rollo televisivo, dramático, con la acción de dramaturgia de que no importa qué hablen, pero que hablen de mí. Yo veo ahí similitudes”, añade.
En la narrativa de Palazuelos, su arraigo lo tiene en Tulum, a donde llegó hace 26 años y en donde posee, al menos, tres hoteles: el Diamante-K y el Ahau Tulum, con frente a la playa y el Casa Ágape, en el centro del municipio.
En entrevistas que ha dado a influencers de YouTube, el actor ha comentado que hace más de 25 años, cuando llegó a la zona y se enamoró de ella, compró y compró terrenos.
“Me puse a comprar tierra y tierra y tierra y lo que yo hacía era celebrar contratos de compra-venta a crédito e iba pagando, daba un enganchito, y lo iba pagando, lo iba pagando, lo iba pagando y así me fui haciendo de muchas cosas, hasta que un día pasaron 10, 12 años y yo ya era dueño de la mitad de Tulum”, dijo en una entrevista en noviembre pasado con el youtuber Roberto Martínez.
Pero es justamente en Tulum en donde Palazuelos tiene a su más acérrima enemiga, que se ha animado a hacer público su encono con él.
“Nadie lo quería. Porque ya ves que estaba metido en drogas y no lo digo yo, lo dice él, estaba metido en drogas, la gente no lo quería, no era muy bien visto, hasta la fecha. Aquí en Tulum no es muy bien visto. En Playa, Cancún, Chetumal, no lo sé, pero aquí en Tulum, no”, dice la señora Albina Amador, que mantiene un pleito legal con él, a quien acusa de despido injustificado del hotel Diamante-K, en donde ella fue gerente de operaciones.
“La mayoría le tiene miedo. Hay una chica que la desalojaron con la policía y con palabras altisonantes de Roberto, le tiene un miedo terrible”, añade la mujer, en entrevista.
Por otra parte, de Palazuelos hay quienes también hablan bien.
El empresario César García Lagunes, ex candidato ciudadano del partido Redes Sociales Progresistas al gobierno municipal de Solidaridad, afirma que Palazuelos “es como un libro abierto, si puedes decir algo de Roberto es que ha sido transparente porque él mismo ha dicho hasta lo que se ha comido y lo que le ha hecho daño”.
Considera que una figura como la de Palazuelos servirá para que el estado, que vive del turismo, tenga el impulso que necesita para salir adelante.
“No habla como político, porque no tiene las tablas para hablar como político y eso puede ser ahorita lo que los demás quieren aprovechar para golpetearlo”, afirma.
Para Cynthia Dehesa, lo preocupante no es lo que haga o diga Palazuelos, sino lo que Movimiento Ciudadano vea en él.
“Lo que preocupa más es que un partido político como Movimiento Ciudadano decida poner como un candidato a alguien que tiene rentabilidad política por el escándalo y no un candidato que esté dispuesto a resolver la problemática de la ciudadanía”, afirma.
ledz