Oliver tiene 15 años, es estudiante de la telesecundaria "José María Pino Suárez" ubicada en el sector conocido como "el 20" en el municipio de Altamira, y fue golpeado de forma brutal en el rostro, cuando iba saliendo del plantel.
Su tía, Angélica Moctezuma Salas, se hace cargo de él, pues perdió a su mamá durante la pandemia de covid-19.
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Ella explica que el adolescente iba saliendo de clase cuando fue atacado por un joven, que presuntamente es adicto y ya tenía un tiempo amenazandolo con una manopla y hasta con una navaja.
Sin embargo hace una semana su acosador cumplió su palabra y lo agredió, le dio dos golpes en la cara con una manopla, en un ojo y le fracturó la nariz, también lo golpeó con el puño en el estómago.
Pese a que ya estaba sangrando mucho, su atacante pretendía lastimarlo con un aparato que da toques eléctricos, sin embargo una jovencita se metió y la agresión no se concretó.
Los maestros llamaron a la Guardia Estatal que llegó al lugar, también una ambulancia pues estaba sangrando mucho y su ojo estaba muy inflamado.
No se pudo detener al agresor, pero la Policía recomendó ir al Ministerio Público, así como estaba el menor para que lo viera el médico legista.
Ya en la Fiscalía General de Justicia Oliver comenzó a vomitar sangre, por esa razón fue trasladado de urgencia al Hospital Rodolfo Torre Cantú, una vez que lo dieron de alta, él y su familia regresaron al Ministerio Público.
Para sorpresa de ellos, dijo la tía, el personal que los atendió les indicó que no se puede proceder, pues el agresor es menor de edad.
"No pueden hacer nada porque el Ministerio Público me dice que no lo mató, mientras no haya una muerte no pueden hacer nada, el joven no puede estar en el tutelar ya que no cometió nada grave para ellos, eso me dijo el Ministerio Público, yo no entiendo estas leyes, ellos no vieron como estaba mi hijo".
Ahora tienen miedo pues no pidieron conseguir siquiera medidas cautelares y temen que el adolescente sea agredido de nuevo si regresa a la escuela.
EAS