Los fenómenos ambientales en ocasiones pueden llegar a causar afecciones para la humanidad, es el caso del huracán Otis y las consecuencias que el municipio de Acapulco tienen que estar lidiando por el paso del ciclón que tocó tierra en el estado de Guerrero la madrugada del 25 de octubre.
Hasta el momento, el desastre natural ha dejado un saldo de 46 muertos, 58 personas desaparecidas, hoteles y casas destruidas, alteraciones en el suministro de electricidad y agua, palmeras caídas así como reportes de rapiñas, entre otras afectaciones.
Sin embargo, después de la tragedia comienzan a salir las historias de superación y éxito. Es el caso de un grupo de estudiantes de Ingeniería Geológica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que, por invitación de un maestro, acudieron a la Convención Internacional Minera 2023, la cual reunió a más de 800 personas de varias partes de la República en el Centro de Convenciones Mundo Imperial.
Gracias a un video en TikTok, que se viralizó, de Diana Hernández Cuenca, MILENIO pudo contactar a la joven de 23 años y a uno de sus compañeros de nombre Juan Carlos Romero Martínez, de 21 años, quienes al salir de la convención vivieron momentos de "incertidumbre" mientras el huracán Otis tocaba tierra en el Puerto de Acapulco.
En el video se observa a un grupo de jóvenes que tras salir de la convención minera se encontraron con que había una “fuerte tormenta tropical” que rápidamente se terminaría convirtiendo en el huracán Otis.
Se ve cómo Diana y un grupo de amigos viven momentos de miedo a bordo de un camión que quedó completamente frenado por las palmeras que el huracán derribó a su paso.
Tras lo acontecido, los jóvenes tuvieron que cruzar a pie la carretera escénica en medio de la tormenta y de noche hasta llegar a un lugar a donde refugiarse.
Aquí te decimos todo lo que tuvieron que vivir Diana y Juan Carlos durante el ciclón.
De la diversión a la tragedia
Juan Carlos contó que al término de la conferencia, el ambiente que se vivía entre el grupo de estudiantes del IPN era de diversión, por lo que cuando azotó el huracán sorprendió a todos y los agarró desprevenidos, sobre todo porque, como afirmó el joven, “se la estaban pasando muy bien”.
Por su parte, Diana reprochó las actitudes de los usuarios de TikTok, que en lugar de empatizar con lo que vivieron los jóvenes les hacían llegar comentarios como “que bueno que les tocó”, "les tocó a los ricos”, “de seguro son Whitexicans (sic)” o “están grabando en lugar de resguardarse”.
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Dado que estaban en el centro de conferencias, se le preguntó a los jóvenes si hubo un aviso previo por parte de las autoridades del lugar o del gobierno de Guerrero de que se aproximaba un huracán, a lo que ambos aseguraron que no:
Diana: —“Yo me enteré por medios externos, pero por alguien de la convención realmente no… A nosotros nos dio información nuestro profesor (de que creía que había una tormenta tropical) hasta las 19:30 de la noche; y no, no hubo aviso del huracán ni por parte del gobierno ni de los encargados de la convención”.
Juan Carlos: —“Lo único que supimos es que iba a ser una tormenta, fue hasta el momento que estábamos en el camión que dimensionamos que era un huracán”.
En la columna de la periodista Katya Morales Prado, mencionó que el primer reclamo de la población tiene que ver con la falta de un aviso previo, del gobierno, sobre que se aproximaba un huracán, sin embargo, se cuestionó qué tan posible era tener conocimiento de la magnitud de Otis.
—¿Qué recomendaciones les dieron para salvaguardar su vida?
Los jóvenes comentaron que ante la falta de un aviso previo por parte de las autoridades tampoco hubo indicaciones sobre qué hacer, por lo que “el instinto de sobrevivencia” de cada persona fue lo que llevó a actuar a los presentes.
“Nadie de los que estábamos en el autobús había estado en un huracán antes, por lo tanto nadie sabía qué hacer” —dijo Diana.
—¿Por qué no se tomó la decisión de refugiarse en el centro de convenciones?
Diana: —“No nos quedamos en el centro de convenciones porque nosotros teníamos información de que el huracán iba a entrar a la 1:00 de la madrugada, entonces la indicación era llegar al hotel Copacabana, donde nos asignaron hospedarnos, y resguardarnos ahí”.
Juan Carlos: —“Cuando salimos de la convención ya estábamos todos los alumnos que teníamos que ir a Copacabana, pero cuando íbamos a salir se subieron otras dos personas (presuntos ingenieros de Peñoles) que iban rumbo al Princess, por lo que nos desviamos para dejarlos”.
Una vez que terminó la conferencia, alrededor de las 23:00 horas, el plan original era que los estudiantes regresaran al hotel Copacabana, sin embargo, al hacer la escala para dejar a los dos ingenieros de Peñoles en el hotel Princess, ubicado en avenida Costera de las Palmas, Playa Revolcadero, Acapulco, Guerrero, el huracán agarró a los estudiantes en plena carretera.
Fue una “odisea” llegar a un lugar seguro
Entre que al autobús se le empezaba a meter agua, el camino quedó bloqueado, y el huracán comenzaba a tocar tierra, el chofer del camión y los estudiantes tomaron la decisión de regresar a pie al hotel Princess en medio de la oscuridad y las fuertes ráfagas de viento.
Diana: —“Nuestra intención era seguir avanzando para llegar al hotel, pero las palmeras se comenzaron a caer, incluso un grupo de compañeros se bajaron del camión a mover una palmera para que el camión pudiera pasar, pero después se cayó una segunda palmera, pero el viento ya era muy fuerte, por lo que el chofer nos dijo que había dos opciones, quedarnos ahí o regresar al Princess”.
La joven de 23 años aseguró que caminaron alrededor de 300 metros para llegar a una cafetería del hotel Princess, pero justo en ese momento el huracán tocó tierra, por lo que Diana dijo que “fue toda una odisea llegar a un lugar seguro”.
—¿Qué pasaba por su cabeza en ese momento?
Juan Carlos: —“En lo personal, como yo iba agarrando a Diana e intentando cuidarla, lo único que pasaba por mi cabeza en ese momento era llegar a un lugar en donde nos pudiéramos resguardar lo más pronto posible, era una situación de supervivencia y cuidar que no te golpeara nada”.
Por su parte, Diana describió para MILENIO cómo era el escenario al que se enfrentó ella y el resto de los estudiantes, en el que las mujeres eran las más vulnerables ante la situación.
Diana: —“El aire era muy fuerte y a todas las niñas nos movía, creo que éramos las que estábamos más vulnerables, en primero por que las compañeras iban en tacones y con vestido, yo iba con un vestido largo, por lo que al final de cuentas todas buscamos refugiarnos con alguno de nuestros compañeros”.
“En mi caso fue justo Juan Carlos quien me iba jalando, de no haber sido por nuestros compañeros de plano las niñas no llegamos… Todos pensamos lo peor, yo creo que todos pensamos que ahí íbamos a quedar”—explicó la joven.
Además de destacar el compañerismo del grupo, la sobreviviente se mostró sorprendida por “la capacidad del cuerpo humano”, pues según contó, una vez que los estudiantes del IPN lograron regresar a la CdMx se empezaron a dar cuenta que tenían fracturas y esguinces que durante su estancia en Acapulco nadie se quejó.
Los estudiantes llegaron a Acapulco el 24 de octubre exclusivamente para la conferencia minera, tras el impacto del huracán Otis en el puerto, Juan Carlos y el resto de los estudiantes lograron regresar a la ciudad hasta el sábado 28, mientras que Diana pudo salir el jueves gracias a que las empresas privadas mandaban camiones por sus empleados.
Uno de esos camiones tenía como destino Chilpancingo, lugar donde es originaria la joven, por lo que aprovechó para salir antes del estado de Guerrero y reencontrarse con sus familiares, quienes se encontraban desesperados por que regresara con bien.
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Después de la tormenta viene la “calma”
Luego de recorrer a pie 300 metros en aproximadamente 30 minutos en medio de la carretera escénica, el grupo de jóvenes pudo refugiarse en la cafetería del Hotel Princess. Ante esto, Diana comentó que si ella y el resto de sus compañeros se quedaban en el autobús se hubieran volteado y no se hubieran podido cubrir con nada.
Una vez que se refugiaron en la cafetería la joven se pudo poner en contacto con su familia en dos ocasiones, a la 1:00 y alrededor de las 3:30 de la madrugada.
“Mis papás estaban muy preocupados, perdimos comunicación unos días en lo que regresaba a la CdMx. Mi mamá era la más desesperada y hasta me quería ir a buscar a Acapulco, pero al final de cuentas logré regresar rápido.” —dijo Diana al respecto de lo que le externaron sus papás mientras estaba en Guerrero.
Ahí mismo, Diana logró contactar a uno de sus compañeros que no estaba en el camión, sin embargo, a pesar de que a esa ahora aún había líneas de comunicación era imposible escuchar a las personas por el fuerte ruido de las ráfagas de viento y la tormenta.
En el caso de Juan Carlos, se pudo contactar con su familia hasta el día siguiente, cuando junto con otros dos amigos salieron del Princess a buscar señal.
Afirmó que como a las 8:00-9:00 horas ya no había nada de señal ni internet en Acapulco, por lo que pudo volver a hacer contacto con sus familiares hasta que alguien del hotel sacó una red satelital.
“Me dijeron si estaba bien, o si estaba lesionado o algo, a lo que les respondí que dentro de lo que cabía yo estaba bien y que no me había pasado nada grabe, pero obviamente a mis papás y a mi nos entró el sentimiento, pero intenté hacerme el fuerte para no preocuparlos” —platicó Juan Carlos, con respecto a la conversación que tuvo con sus padres, a quien les prometió ponerse en contacto con ellos cada vez que tuviera señal para que no hubiera incertidumbre.
El ciclón tropical Otis dejó incomunicado a Acapulco y otros municipios del estado de Guerrero del resto del mundo; sin llamadas telefónicas, mensajes de texto, ni internet, por lo que que turistas, lugareños y autoridades sufrían por comunicarse con sus seres queridos.
Tuvieron que pasar más de 24 horas para que personal técnico de las compañías de telecomunicaciones pudieran restablecer sus servicios, ya que la falta de energía eléctrica y el daño a su infraestructura impedían las labores de reconexión.
No obstante, aún hay reportes de regiones de Guerrero, en donde aún no se restablecen los servicios de comunicación al 100%, ante esto el gobierno implementó un módulo enfrente de La Diana, para que las personas contactaran a sus familias.
—¿Cómo los trató la gente de Acapulco?
Juan Carlos se mostró agradecido con los pobladores de Acapulco, quienes desde que llegaron a la cafetería les brindaron comida (galletas, pan, pasteles) y agua, mientras que los trabajadores del Princess hacían hasta lo imposible por apoyar a la gente, afirmó el joven de 21 años de edad.
“Ya que salimos del Princess algo que sí me sorprendió mucho es que así como hay gente mala hay gente buena, y muchas televisoras hacen ver únicamente los saqueos en Acapulco y los robos, y pues nosotros cuando salimos del hotel pensamos que la íbamos a pasar mal y que la gente nos iba a querer asaltar o tratar de quitar nuestras cosas, pero ¡no!, estuvimos caminando un buen tramo, alrededor de 1 kilómetro y medio, y hubo gente que nos ayudó a trasladarnos a Copacabana, fueron dos camionetas que nos brindaron esa ayuda, estoy agradecido con esas personas por brindarnos esa ayuda”.
Por último, Diana Hernandez enfatizó la poca prevención que existía en Guerrero ante un posible evento de la magnitud de Otis:
“Acapulco no estaba preparado para un huracán de tal magnitud, tiene sentido es una bahía, la bahía funciona como una barrera natural, pero aún así el gobierno no tenía ni los recursos ni un plan de evacuación… Falta mucha prevención en Guerrero”.
En cuanto a la población en general “falta demasiada empatía, de las personas, y no me refiero a nuestro caso como quiera llegamos, sino con las personas de Acapulco que se encuentran en los sectores más vulnerables” —concluyó Dina, cuyo video en TikTok conmocionó a varios usuarios de la red social.
RM