La administración de Joe Biden heredó distintos problemas de Donald Trump como la atención a la pandemia de covid-19, sin embargo, ahora enfrenta el que podría ser su primer reto, y que además sería un problema compartido con México: una nueva oleada de migrantes hacia Estados Unidos.
De acuerdo con cifras migratorias preliminares, reportadas por medios estadunidenses en el mes de febrero y los primeros días de marzo, casi 120 mil migrantes fueron detenidos o identificados al cruzar por la frontera con México hacia Estados Unidos.
Esta crisis migratoria, como ya la califican legisladores republicanos, se habría originado con el cambio de gobierno y la cancelación de las políticas anti migratorias de la era Trump.
Las 100 mil detenciones de febrero, son considerablemente mayores a las 36 mil 600 del mismo mes del año pasado y a las 78 mil del mes previo, enero de 2021. Las cosas no parecen haber cambiado en marzo, pues en los primeros nueve días del mes en curso han detenido a 19 mil migrantes.
Se reporta que el número de menores migrantes en custodia de agencias federales se ha triplicado a más de 3 mil 400 en las últimas dos semanas. De ellos, más de mil 300 han estado detenidos por más de 72 horas, algo contra la ley. Y de esos menores, 163 tienen menos de 13 años.
Por esto, Biden ordenó la semana pasada que se verificara en sitio cuál era la situación migratoria. El fin de semana, el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, viajó junto con otros 13 funcionarios federales de alto rango, a la zona fronteriza, donde recorrieron instalaciones de la Patrulla Fronteriza y albergues de migrantes. Recibieron informes de la situación, y discutieron cómo enfrentar esta crisis humanitaria, debido a la falta de instalaciones para albergar a los migrantes.
La alarma crece, pues se espera que este año 2021 unos 117 mil menores no acompañados lleguen a Estados Unidos en este 2021.
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, se ha negado a decir que esto es una crisis. Ha dicho que primero se deben analizar y atender las causas de raíz del fenómeno migratorio
Sin embargo, ante los reportes de esta oleada migratoria, este miércoles en su conferencia diaria estará acompañada por la coordinadora para la frontera sur de la oficina de Biden, la ex embajadora Roberta Jacobson.
Biden ha ordenado que se construyan más instalaciones para albergar a menores migrantes de forma digna y sin separarlos de su familia. Mientras que el Departamento de Estado sigue difundiendo mensajes para inhibir el arribo de más migrantes.
Legisladores y políticos republicanos ya tomaron el tema como bandera contra la política migratoria de Biden. La representante por Arizona, Debbie Lesko, solicitó al secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, un informe de la situación y el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin Mccarthy, anunció que viajará con otros legisladores a la frontera con México para conocer la magnitud del problema.
Uno de los puntos con más cruces de migrantes indocumentados sería Texas, donde el gobernador republicano, Greg Abbott, viajó a la zona fronteriza y presentó una operación estatal para reforzar la vigilancia.
Aseguró que la administración de Biden está minimizando la situación y le exigió vacunas contra el covid-19 para todos los agentes fronterizos ante el riesgo de que los migrantes los contagien.
Entre las causas del arribo de menores no acompañados a Estados Unidos, se analiza lo ocurrido en México a partir de noviembre de 2020, cuando entraron en vigor reformas a la Ley de Migración y de Refugiados, con la que se prohibió la detención de menores migrantes y se ordenó su regularización expedita para evitar su deportación, por lo que se estima que ahora esos niños ya cruzaron a Estados Unidos.
ledz