La detención de 167 personas integrantes de la organización Pueblos Unidos en Uruapan, Michoacán, el pasado 13 de agosto, habría presentado inconsistencias, pues los sujetos no portaban armas con ellos, estuvieron aislados e incomunicados y, de acuerdo con familiares de los detenidos, nunca hubo un intento de confrontarse con el Cártel Jalisco Nueva Generación, como había sido anunciado, si no de supuestamente brindar protección a productores de aguacate en el municipio de Ario de Rosales, quienes fueron víctimas de extorsiones.
Familiares de los integrantes de Pueblos Unidos, madres, padres, esposas e hijas, dieron su versión de los hechos a MILENIO y, acusan que la detención de agricultores y campesinos de por lo menos una decena de localidades de este municipio representará poner en peligro su integridad y su patrimonio.
“Ahorita que los tienen ellos encerrados, sin que nadie nos defienda, van a querer entrar, sacar a niñas de sus casas, las violaban, las desaparecían, lo único que hacíamos es ponernos en armas para no dejar pasar y que todo se quede impune”, refiere en entrevista Ana Lilia, quien se identificó como esposa de uno de los detenidos.
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El día de los hechos, de acuerdo con las versiones recabadas por este medio, los pobladores se dirigían a una asamblea para posteriormente tomar acciones luego de que se les pidiera su ayuda. De dicha reunión, habrían tenido conocimiento mandos de la Guardia Nacional, y fue ahí, cuando los detuvieron para desarmarlos.
Las 186 armas -142 fusiles, 44 armas cortas- habrían estado en una camioneta, y al momento del encuentro con autoridades federales, habrían sido entregadas.
“Queremos que nos lo suelten, que nos hagan el favor, no son criminales, nos estaban apoyando, se mandaron pedir, y fueron al lugar, una gente que estaban extorsionando. Por eso Pueblos (Unidos) no son sanguinarios.
“Nos pusimos en Pueblos Unidos porque nos estaban tirando muertes. Por eso se puso la gente a cuidar su rancho. De malas a esto les tocó, fueron a dar un apoyo y los atrapó el gobierno. De allá pa' acá”, menciona Isidro, quien se identifica como habitante de Arias de Rosales y padre de uno de los detenidos.
Sin embargo, para pobladores de Ario de Rosales, quienes este domingo se presentaron en las instalaciones del Poder Judicial de la Federación en Morelia, acusan, se trataría de una emboscada a la cual, y habrían acudido a base de engaños.
“Iban a una junta de Pueblos Unidos y se los llevaron engañados, recibieron una llamada dizque necesitaban apoyo porque un Cártel había llegado a amenazarlos, ellos iban a apoyarlos, y era una trampa, el gobierno estaba de acuerdo con el otro Cártel para traerlos.
-¿Creen que esto fue una trampa?
“Sí, una trampa, hay pruebas… El gobierno se vendió con el cártel porque les estorbaba, a ver si supuestamente se iban a encontrar… ¿Por qué nada más a estos que entregaron las armas?”, cuestionan madres y hermanas de los detenidos.
Este domingo se inició la audiencia de vinculación de proceso de 164 detenidos, en la sede del Poder Judicial en Morelia, sin que se tuviera alguna posición oficial al respecto; de los tres menores, un juez federal determinó el miércoles pasado vincularlos a proceso por su probable responsabilidad del delito de violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en la modalidad de portación y posesión de arma, cargadores y cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, con las agravantes de grupo armado y portar más de dos armas de fuego.
A pesar de que la audiencia se realizó a través de video conferencias, pues están recluidos en el Cereso "David Franco Rodríguez", conocido como Mil Cumbres, el inmueble ubicado en la colonia Club Campestre fue custodiado por elementos de la Guardia Civil de Michoacán, de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano.
La detención de los 167 presuntos integrantes de esta organización constituye el golpe más fuerte que se tenga memoria en contra de un grupo que se le relacione con el crimen organizado en Michoacán.
Fuentes policiales que pidieron mantenerse en el anonimato aseguraron que la detención masiva, ocurrida el sábado en la región de Uruapan, no pone punto final a esa organización. Esto, porque sus filas están conformada por al menos 2 mil personas, en su mayoría armadas.
Es decir, que los arrestos realizados el sábado por las fuerzas del orden únicamente menguaron en un 8.35 por ciento a la organización conocida como Pueblos Unidos.
Dicha agrupación surgió en el mes de agosto del 2000 bajo el argumento de frenar los atropellos cometidos por el Cártel Jalisco Nueva Generación y Cárteles Unidos.
En el municipio de Ario de Rosales comenzó el agrupamiento de Pueblos Unidos, para defender también la riqueza generada por la producción de aguacate. Meses después, el grupo Pueblos Unidos se expandió de manera gradual.
Ahora tiene presencia en Taretan, Ario de Rosales, Nuevo Urecho, Salvador Escalante, Acuitzio, Pátzcuaro, Quiroga y Ziracuaretiro, y se les señala como cabezas de esa organización a Raymundo Gallegos, La Maseca, y Gabino Cornejo, El Gabino. Ambos relacionados con el crimen en Michoacán.
No obstante, la advertencia de estos pobladores para soltar las armas es clara: “Si mandan un pelotón a ponerse en las barricadas, para nosotros sería mejor, nos quitábamos de pendiente, nos quitábamos de todo. ¿Hoy por hoy no hay seguridad?, no hay seguridad. Nada menos... hoy sepultan dos personas”.
FS