Tras un año de la desaparición de los cinco jóvenes en Lagos de Moreno, Jalisco, sus familiares no tienen ninguna pista sobre su ubicación, no existe avance, ni han recibido respuestas por parte de las autoridades.
Los cinco jóvenes, Roberto Olmeda Cuellar, Jaime Martínez Miranda, Diego Lara Santoyo, Uriel Galván González y Dante Cedillo Hernández, desaparecieron hace exactamente 12 meses.
Para Armado Olmeda, padre de Roberto, pareciera que el tiempo no trascurrió.
"Yo he sentido el año como como que pasó ayer, pues rápidamente. Y he sentido que flotaba en la vida, no he podido encontrarme bien físicamente. Puedo trabajar y todo, y no necesito nada, pero anímicamente pues como que no le quedan a uno ganas de hacer nada", dijo Armando.
Los restos óseos encontrados en una ladrillera no fueron sometidos a pruebas de ADN.
“No sabemos si están por enviar o están por recibir los restos de las ladrilleras allá en la Ciudad de México para analizarlos con un equipo más sofisticado, para ver si tiene algo que ver con los chicos".
"No hemos encontrado nada, en eso va la situación, estamos esperando a ver qué sucede, y pues esperamos y sabemos que siguen los trabajos”.
Los celulares que las autoridades encontraron en la finca donde se vio a uno de los jóvenes siendo obligado a asesinar a los demás, no fueron de mucha ayuda para descubrir a los responsables.
"Sí nos han informado que los han revisado como lo hace la tecnología del estado y no se ha encontrado nada ahí que nos pueda llevar a los muchachos, que ese era el principal objetivo, buscar algo que nos llevara por ahí, para alguna llamada o algo, que nos llevara a dónde pudiesen estar o qué pudo haber pasado"
El padre de Roberto mencionó que las autoridades no abandonaron el caso y se asegura que se mantienen en comunicación, pero considera que es un poco lenta la investigación.
"Lo vemos desde afuera un poco lento, pero también reconocemos pues que no se puede hacer las cosas de un día para otro. Pero lo que nos pega es en el dolor humano que sentimos de un año y no saber nada. Sabemos que hay otras cosas judiciales, pero eso no nos interesa a nosotros”.
En un recorrido realizado por MILENIO en los lugares que fueron importantes para la investigación por la desaparición de los jóvenes, estos se veían abandonados y sin ningún tipo de custodia.
Cabe recordar que todos los jóvenes de entre 19 y 22 años de edad, fueron vistos por última vez en el Mirador San Miguel, luego de asistir a la feria de Lagos de Moreno, Jalisco.
Al momento de su desaparición, sus padres se manifestaron exigiendo su pronta localización durante el medio tiempo de la semifinal de la Copa Jalisco.
Las autoridades comenzaron con operativos de búsqueda, localizando el vehículo de Uriel Galván.
Posteriormente, en redes sociales circuló un vídeo y una fotografía de los jóvenes en el que se observa cómo uno es obligado a asesinar a los demás al interior de una finca, misma que fue cateada por las autoridades.
Dentro de las investigaciones se localizó otro vehículo de los jóvenes calcinado en cuyo interior se encontró un cuerpo.
Además, se cateó una ladrillera en donde se encontraron restos humanos, las autoridades en un principio señalaron que podría tratarse de los jóvenes, pero desde entonces se estaba a la espera de las pruebas genéticas.
En la finca en donde se grabó el vídeo, posterior a ser cateada por las autoridades, se localizaron los celulares de los jóvenes.
Por la desaparición fue detenido Rogelio “M”, quien se presume habría ordenado la desaparición.
De igual forma, fueron detenidos en Querétaro los hermanos Enahu y Emanuel, quienes operaban la ladrillera, mismos que fueron recluidos en Puente Grande por su peligrosidad, incluso el juez que llevaba el caso declinó al mismo por motivos de seguridad.
También se detuvo a Valentín “S”, en la localidad del municipio de Teuchitlán, relacionado con los cuerpos hallados en la ladrillera.
Otro de los detenidos por el caso fue Celestino, quien se encuentra en el reclusorio Metropolitano de Guadalajara.
Además, se encuentran vinculados a proceso cinco hombres identificados como Isidro "N", alias El Chilo; Luis Antonio "N", conocido como La Morsa; Eruviel “N”, apodado El Conejo; José Fernando “N”, El Fercho y Víctor Armando “N”, alias El Diablito, quienes fueron señalados por la desaparición de los jóvenes y la agresión a militares ocurrida el 19 de noviembre en la carretera federal de Teocaltiche, en donde murieron tres elementos y tres resultaron heridos.
En el Mirador San Miguel, hay un memorial para recordar a los jóvenes, donde sus familias acuden constantemente a dejar flores.
A un año de su desaparición, el dolor se mantiene intacto en sus padres, Armando mantiene la esperanza de volverlos a ver.
“Con la esperanza firme de que de que algo de ellos regrese pronto, y si son ellos caminando pues será una bendición tanto de los seres humanos como de Dios”, aseguró.
MO