La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) se unió a las investigaciones respecto al bebé que fue hallado muerto en un contenedor de basura al interior del penal de San Miguel el pasado 10 de enero, ya que sospecha que pudo haber sido robado de un anfiteatro de la capital del país.
Mediante un comunicado, la dependencia a cargo de Ernestina Godoy Ramos indicó que ya comenzó con las indagatorias para saber si el cadáver del menor fue sustraído de una morgue, "ya que al momento no se cuenta con denuncia alguna sobre un hecho similar".
La FGJCDMX señaló que, a través de su Fiscalía de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Coordinación de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas, trabaja en conjunto con la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla "para determinar el origen del cuerpo".
La Fiscalía de la Ciudad de México afirmó que ya hizo "un rastreo interinstitucional" y, al momento, "no se cuenta con alguna denuncia sobre la desaparición o sustracción del cuerpo de alguna persona menor de edad".
Pese a ello, reveló que amplió la búsqueda "
para determinar si el cadáver fue sustraído de algún anfiteatro capitalino".Y es que a través de redes sociales, la activista Saskia Niño de Rivera, fundadora de Asociación Civil Reinserta, aseguró que el bebé encontrado en el penal de San Miguel, en Puebla capital, presuntamente fue robado de una morgue de la Ciudad de México; sin embargo, ninguna de las fiscalías de ambos estados lo ha confirmado.
CHM