El padre Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, dijo que el pacto de paz alcanzado entre los Tlacos y la Familia Michoacán, grupos del crimen organizado en Guerrero, es difícil de alcanzar porque “se construye sobre hilos”.
El religioso explicó:
“Hay varias maneras de construir la paz. Esta es la más difícil porque se construye sobre hilos, sobre voluntades. Al final, es algo que deja, al menos, un precedente que permitirá que todo el daño a causa de este conflicto, de alguna manera, se restaure. Somos testigos de escuelas destruidas, caminos bloqueadas, pueblos sin comercio”.
Iglesia, crimen organizado y Guerrero con paz
Con una llamada telefónica entre líderes de los Tlacos y la Familia Michoacana, sin intervención de la Iglesia o del Estado, se logró la tregua entre el crimen organizado; en entrevista con Alejandro Domínguez para MILENIO Televisión, el sacerdote dijo que se trató de una negociación realizada a distancia entre representantes de ambos cárteles por iniciativa de los mismos, lo cual representa una posibilidad para construir puentes y dejar atrás diferencias.
“Estas personas malas, según la sociedad y la justicia, acordaron no violentar más a la población. Aquellos que están en la legalidad, como políticos y sociedad civil, deben reconstruir el tejido social y dejar de polarizar este país”.
El padre dijo que no se trata de acercamientos nuevos entre ambas organizaciones, pero sí una resolución favorable tras meses de negociaciones e intervención por parte de obispos en Guerrero.
“Esto no es nuevo, estas comunicaciones ya tenían tiempo sucediendo entre ellos, pero ahora lograron un buen término. En diciembre se pensaba en una tregua pero no se llegó, ahora que intervinieron los obispos se pensaba en otra tregua y no se llegó”.
Sobre el cese al fuego, Filiberto Velázquez dijo que permitirá que se restaure el daño que la violencia ha causado en los pobladores de Guerrero para reconectar pueblos antes enemigos; detalló que se trata de un acuerdo que llega en medio de una situación de emergencia.
“Es una emergencia porque hay vidas exponiéndose, y el hecho de que se deje de utilizar armas en un conflicto va a salvar muchas vidas, y es a lo que le estamos apostando”.
El acuerdo llegó tres días después del enfrentamiento en San Miguel Totolapan entre sicarios de ambos cárteles que dejó 17 muertos, 16 de ellos de la Familia Michoacana.
Fue el último episodio de una serie de enfrentamientos y agresiones que han afectado a civiles y autoridades por igual en la entidad.
El acuerdo dejaría a la Familia Michoacana con el control de la región de Tierra Caliente y a los Tlacos con la plaza de la Sierra de Tlacotepec, sin que por el momento ninguno de los dos intente incursionar en territorio enemigo.
EDD