En un operativo coordinado por la Fiscalía General de la República (FGR), más de 900 kilogramos de drogas, cinco vehículos blindados conocidos como monstruos, y 312 máquinas tragamonedas fueron destruidos en Hermosillo, Sonora.
El evento, encabezado por el delegado de la FGR, Francisco Sergio Méndez, fue un claro mensaje de las autoridades en su lucha contra el crimen organizado en la región.
De acuerdo con lo detallado por Méndez, los narcóticos incautados y los vehículos asegurados son parte de los recursos que utiliza la delincuencia organizada para mantener su control en diferentes áreas del estado.
"Grandes esfuerzos que hacen nuestras fuerzas de seguridad pública de los tres niveles de gobierno para sacar de las calles a estos narcóticos y estos balísticos que son con los que la delincuencia se ayuda, se apoya en las distintas áreas del estado de Sonora", dijo.
Entre las drogas destruidas se encuentran 584 mil pastillas de fentanilo, 6.53 kilogramos de fentanilo en polvo, 181 kilogramos de cocaína, 19 kilogramos de heroína y 288 kilogramos de mariguana.
La quema de los narcóticos fue realizada bajo estrictas medidas de seguridad mediante el método de incineración manual, mientras que los vehículos fueron desmantelados con maquinaria especializada.
Los 'narcotanques' y su presencia en Sonora
Uno de los aspectos más llamativos del operativo fue la destrucción de los vehículos blindados, conocidos popularmente como narcotanques o monstruos. Estos vehículos, fabricados en talleres clandestinos a partir de camionetas tipo pickup y camiones de redilas, son utilizados por las organizaciones criminales para realizar incursiones en territorios de grupos rivales.
En el desierto de Sonora, estos vehículos han sido protagonistas de enfrentamientos armados entre cárteles.
La semana pasada, elementos de la Sexta Región Naval de la Armada de México aseguraron dos de estos narcotanques en una zona desértica de Sonora.
Los vehículos, equipados con láminas de acero y armamento pesado, fueron abandonados por sus tripulantes tras un enfrentamiento entre bandas criminales. Estos vehículos, aunque lentos debido a su blindaje, representan una amenaza en el terreno, ya que permiten a los sicarios avanzar con cierta protección contra disparos de alto calibre.
El Cartel Independiente de Sonora
La destrucción de estos narcotanques estaría vinculada a la creciente violencia en la región, en particular con el surgimiento del Cártel Independiente de Sonora.
Este grupo criminal, formado a raíz de la ruptura con el Cártel de Sinaloa, desató una serie de enfrentamientos armados en el desierto sonorense.
La prohibición del fentanilo decretada por Los Chapitos, los hijos del famoso narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, generó tensiones internas que llevaron a la fragmentación de varias células del Cártel de Sinaloa, incluido el grupo conocido como Los Salazar.
Los Salazar, anteriormente aliados de Los Chapitos, decidieron continuar con el tráfico de fentanilo, lo que los llevó a separarse del Cártel del Pacífico y formar nuevas alianzas con otros grupos locales.
Esta ruptura desencadenó una guerra entre Los Salazar, Los Cazadores, Los Deltas y otros grupos delictivos, todos ellos luchando por el control de las rutas de trasiego de droga hacia Estados Unidos.
La guerra en el desierto
Los enfrentamientos entre estos grupos dieron lugar a una carrera armamentista en el desierto de Sonora, donde los narcotanques juegan un papel crucial.
Equipados con blindaje artesanal y armamento pesado, estos vehículos patrullan los municipios de Caborca, General Plutarco Elías Calles, Puerto Peñasco, Altar y Sáric.
En muchas ocasiones, el grupo con el vehículo mejor equipado y con el blindaje más resistente es el que logra imponerse en los combates.
El uso de narcotanques llegó a tal punto que los diseños de los vehículos se han sofisticado rápidamente. Al principio de la guerra en Sonora, estos vehículos apenas contaban con aperturas para disparar bajo protección.
Hoy en día, muchos narcotanques están equipados con escotillas funcionales y torretas giratorias, similares a las de los vehículos militares usados por el Ejército mexicano.
MO