Fuerza Rosa Laguna brinda apoyo integral a pacientes oncológicas

Fuerza Rosa Laguna es una asociación sin fines de lucro que se fundó en 2016 por varias doctoras, psicólogas y profesionistas comprometidas con la sociedad ante las serie de interrogantes de las pacientes oncológicas y el desconocimiento de los alcances del cáncer de mama en su cuerpo y en su entorno.

Las fundadoras son: Susana Medrano, Lorena Aispuro, Blanca Valles, Esther Hernández, More Barret y Guadalupe Moreno.

Susana Medrano, una de las fundadoras explica que mientras trabajaba en el Programa de Detección Oportuna de Cáncer mamario en el Hospital General de Gómez Palacio, observaba que en las pacientes oncológicas además del impacto emocional que significa una noticia de esa naturaleza surgían en ellas muchas dudas, inquietudes que un oncólogo no les podía responder a profundidad por la cantidad de pacientes que debe atender.

 “Regresaban conmigo, me preguntaban qué podían comer, qué se colocaban en su brazo, y en un principio las veíamos una por una y el tiempo no alcanzaba por ello optamos por reunirnos un solo día de la semana, los miércoles en el auditorio del Hospital General para aclarar las dudas. Ahí, les llevábamos expertos y de a poco, fuimos incrementando la cantidad de actividades, se diversificaron para el bienestar físico y emocional de las pacientes hasta que optamos por protocolizar y hacer un plan de trabajo”. 

Explica que Fuerza Rosa Laguna trabaja en dos ejes que son: diagnóstico oportuno para abatir el número de muertes y la oncopsicología, el apoyo emocional.

“Trabajamos los 365 días del año visitando escuelas, empresas en donde impartimos pláticas para la detección oportuna; la otra gran tarea que se realiza es el apoyo emocional que no se tiene en los programas de salud por lo menos no aquí en la región. Se les brinda una red de contención emocional y las herramientas para que las compañeras pasen más fortalecidas este proceso, convocamos a psicólogos, tanatólogos y angeloterapeutas para apoyarlas”. 

Se atienden a mujeres que padecen cáncer de mama y en cualquier parte del cuerpo así como también a hombres que sí han acudido. 

“Somos una asociación sin fines de lucro, nuestras actividades son gratuitas y gestionamos recursos para solventar algunas de las necesidades. No tenemos la capacidad de ofertar cirugías o tratamientos que por fortuna lo ofrecen las autoridades de salud. Nosotros lo que hacemos es ayudar en las gestiones para que la paciente reciba su tratamiento en tiempo y forma”. 

Explica que actualmente la Secretaría de Salud proporciona el apoyo para los tratamientos de cáncer de mama tanto en el Hospital General de Gómez Palacio como en el de Torreón.

Comparte que dos de las integrantes de Fuerza Rosa Laguna acudieron luego de los programas gratuitos de detección de cáncer de mama y gracias a que se encontraban en una etapa temprana, el diagnóstico ha sido muy favorable. 

'Tarde de Casino' en Campestre donará lo recaudado

Señaló que con lo recaudado en la Tarde de Casino que se llevará a cabo en el Campestre de Torreón el próximo miércoles, será donado para Fuerza Rosa Laguna y Fundación Claudia Murra y servirá para adquirir las bandas de compresión antilinfedema.

El linfedema es una complicación de la mastectomía, ya que al retirar los ganglios, el líquido linfático se empieza a acumular desde la punta de los dedos hasta la axila y lo que hacen las bandas de compresión, es evitar este cuadro. 

Voluntaria Patricia Medrano Hernández, es voluntaria en Fuerza Rosa Laguna, llegó al mismo tiempo que enviudó y desde la primera actividad que apoyó a la asociación dijo que las señoras le robaron el corazón y aunque reside en Chihuahua apoya en la operatividad de la agrupación. 

“Me encanta convivir con ellas porque les aprendo mucho. Hace que los pies se pongan en la tierra ya que realmente son muy valientes desde el momento en que enfrentan la quimioterapia. Mientras pueda seguiré apoyando y disfruto mucho ayudarles en lo que se puede a distancia ya que la tecnología ha sido un gran aliado”. 

“Detectar a tiempo la enfermedad sí hace la diferencia”

Olga Lidia Ramírez Barbosa tiene 57 años y llegó a Fuerza Rosa Laguna tras escuchar a través de los noticieros que en el Hospital General de Torreón estaban realizando mastografías gratuitas por lo que, decidió acudir y es donde le informaron sobre su positivo a cáncer de mama. 

“Acudí al Hospital General de Torreón y cuando me dan los resultados me informan que tenía cáncer. Era a finales del mes de octubre de 2022 cuando me dan la noticia de que me encontraron una bolita, me hicieron una biopsia, me operaron y posteriormente inicié el tratamiento de quimioterapia. Bendito sea Dios que acudí a tiempo porque todo fue muy rápido, ahora solo debo de tomar una pastilla diaria misma que tengo que comprar porque no hay en existencia en el hospital”.

Asimismo, Olga Lidia relató que, “este proceso en mi casa fue impactante, lloraron mis familiares sobre todo porque no hay antecedentes de cáncer, soy la primera que lo padece. No podían creer que estuviera pasando por esto pero no había opción, había que echarle todas las ganas del mundo aunque me veía sana. Mis tres hijos la mayor con 33 años, le sigue el de 30 y la de 26 estaban negados, pero el cáncer ahí estaba y teníamos que hacerle frente y ellos fueron mi fortaleza”. 

Explicó que cumplió en agosto un año de haber terminado el tratamiento de quimioterapia. A ella le aplicaron seis, es decir, una cada 22 días, lo que en su cuerpo provocó cansancio muy severo, además de que no podía comer ya que perdía el sentido del gusto en esos días en que recibía el tratamiento. 

“Hay muchas cosas que no se pueden comer, son muy pesadas las quimioterapias, pareciera que estaba comiendo un trapo, no hay sabor en la boca, es algo que no se le desea a nadie el pasar por una enfermedad así”. 

"Fui a una revisión de rutina"

Julieta Lugo Martínez tiene 42 años y le detectaron cáncer hace dos años, exactamente en octubre de 2022 dentro de las campañas anuales de detección gratuita.

“Yo fui porque sé que al cumplir los 40 años uno se debe de realizar una mastografía según dicen en los hospitales no me detecté algo o porque me sentí mal, simplemente fue una revisión de rutina porque como vi que en el mes de octubre eran gratuitas las revisiones me fui al Hospital General. Yo siempre vi muy lejano este tema, nunca piensas que te va a pasar a ti”. 

Comparte que cuando le dijeron que esperara a la doctora para otra revisión y aunque eso le alarmó trató de ser positiva y una vez que le dan la noticia todo se fue dando muy rápido. 

Incluso comentó que dentro de las malas noticias, hubo un sorteo para la reconstrucción y en un par de meses luego de la operación para el retiro de la mama le pusieron una prótesis, existen compañeras que aún siguen esperando o están batallando para eso. 

“Apenas en el mes de marzo toqué la campana, estoy tomando medicamento y en verificación frecuente. Anteriormente tuve seis quimios, le hicieron doce procedimientos más algo así como vacunas. La noticia para la familia fue como una tina de agua helada, me encerraba en el baño a llorar pero una vez que ingresé a Fuerza Rosa Laguna me di cuenta que cáncer no es sinónimo de muerte y así fue como me levanté”. 

Cuando me ponía a llorar, en lo que pensaba era precisamente que iba a morir y dejar solos a mis hijos entonces de 16 y 10 años de edad. 

“Ver que otras mujeres pasan por lo que uno está pasando y que lo están haciendo muy bien, que son optimistas hace sentir mejor. Verlas alegres, sentir su apoyo, sus abrazos, sus apapachos, su guía me hizo sentir mejor desde el primer día. Mi hija ha sido la compañera de quimioterapia, está siempre a un lado de mi, ella me sorprendió, no sé de dónde agarró el valor y ella me daba de comer, me ayudaba hasta a bañarme”. 

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