Gobernanza ambiental, clave para rescatar la cuenca del Atoyac: Ibero Puebla

La gobernanza ambiental toma en cuenta la función de todos los agentes que repercuten en el medio ambiente.

Vista del río Atoyac desde el sur de la ciudad | Andrés Lobato
Jaime Zambrano
Puebla /

La cuenca del Atoyac que abarca 70 municipios de Puebla y Tlaxcala es la segunda más contaminada del país y no ha tenido un proceso de saneamiento adecuado, ante lo cual, es fundamental la implementación de políticas de gobernanza ambiental para comenzar su rescate.

Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla, explicó que es posible rescatar los ríos de la cuenca del Alto Atoyac.

Resaltó que el camino para lograr un rescate de las aguas de Puebla se encuentra en establecer líneas de investigación hacia la gestión integrada; el diagnóstico y conservación de la biodiversidad; el establecimiento de acciones para contrarrestar los efectos del cambio climático, y una propuesta de gobernanza ambiental.

Señaló que la gobernanza ambiental toma en cuenta la función de todos los agentes que repercuten en el medio ambiente, para que, a partir de la participación de los diferentes sectores de la sociedad comiencen acciones para rescatar la cuenta.

Detalló que los trabajos de investigación del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga de la Ibero Puebla que se enfocan en la cuenca del Alto Atoyac detectaron que las principales problemáticas son la contaminación del acuífero y la escasez de agua.

“Con las investigaciones, se detecta el hecho de que el 94 por ciento de la población de la región sea urbana impacta en el uso del suelo y la disminución de la vegetación; mientras que menos del 15 por ciento de la superficie actual es boscosa”, apuntó.

Agregó que los problemas de la contaminación del Atoyac son complejos porque se presenta la falta de acceso equitativo al agua y se están registrando los efectos del cambio climático que provocan un estado de tensión permanente en la zona.

Para la investigadora, en temas como la contaminación del Atoyac, todas las actividades humanas deben ser revisadas y adecuadas para un adecuado funcionamiento tanto de lo vivo como de lo no vivo, en busca de un mejor entorno.

AFM

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